'MasterChef' es esa persona que te dice que salgas a dar un paseo cuando tienes depresión: el daño real de lo ocurrido con Tamara
    Sara Heredia
    Sara Heredia
    -Redactora jefe SensaCine
    Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

    Tamara y Jordi Cruz tienen su propio show en mitad de un 'reality' que ya no esconde lo que es

    RTVE

    Sigue la polémica en la última edición de MasterChef. La semana pasada Tamara, consultora financiera de profesión y una de las concursantes que más ha dado que hablar este año, decidió abandonar el concurso por una razón muy simple: “Me despido voluntariamente porque no me siento a gusto. Tampoco estoy dando todo lo que me gustaría, constantemente estoy nerviosa, tensión, presión,... entiendo que esto es un programa, pero al final todos tomamos una decisión y yo quiero tomar esta decisión”.

    La reacción de los jueces se hizo viral por la frialdad con la que la invitaron a marcharse. “¿Sabes qué pasa? Pepe te está haciendo preguntas, pero yo no te haría ninguna. Solo te diría 'muy bien, chao'. Le has quitado la oportunidad a gente, claro que sí. Su delantal. Su puerta”, le dijo Jordi Cruz mientras le indicaba la salida. Una postura que llamó mucho la atención por la poca atención que demostraron a la salud mental de la concursante. 

    "Se creen con derecho de humillar y comprar la dignidad de los concursantes que muchas veces participan por pura necesidad. Y en la televisión pública. No aprendieron nada después de lo de Verónica", señaló el actor Tristán Ulloa.

    X

    Incluso la ministra de Sanidad, Mónica García, aseguraba en su cuenta de X que "priorizar el bienestar emocional sobre los ritmos de vida frenéticos no es egoísmo, sino una decisión valiente".

    Hace poco denunciábamos lo mucho que se ha acercado MasterChef al show televisivo en los últimos años, olvidando la solidaridad y el trabajo en equipo que debe reinar en una cocina y que había dominado otras ediciones. En esta duodécima edición el espectáculo comenzó en la fase del casting y las riñas, en la primera prueba por equipos. Una decisión que atribuimos directamente a la productora, Shine Iberia, y que asumimos que es un intento por recuperar audiencia. Aunque sigue siendo líder de audiencia, la cuota de pantalla de esta edición se queda en un 13%, lo que indica una disminución progresiva desde que empezara sus emisiones. El primer año llegó al 18,3% y su mejor dato fue en 2020 -coincidiendo con la pandemia- con un 23,1%.

    RTVE

    Unas disculpas que no van a llegar al público vulnerable

    Unos días después de lo ocurrido, Jordi Cruz ha acudido a ver a la ex concursante. “Creo que todo el mundo ha dado su opinión en los medios y se ha tergiversado todo un poco todo”, aseguraba Tamara en el vídeo publicado en YouTube. “Se han dado opiniones con una alegría pasmosa y, en muchos casos, sin haber visto el programa”, añade el chef.

    En el momento en el que entré a vivir la experiencia, me di cuenta de que había cosas que no me gustaban. No tengo problemas de salud mental

    Y, mientras se agradece que le hayan dado a la polémica la importancia necesaria y que intenten explicar lo que no vemos los espectadores, eso no borra la huella que ha dejado la escena en el espectador medio, ese que no llegará a ver el vídeo de disculpas ni las quejas en redes sociales.

    No podemos olvidar que estamos ante un programa de televisión y los guionistas deben enganchar a la audiencia con teatros de ese estilo, pero cuando las situaciones atañen a la salud mental, la línea es muy fina y traspasarla puede llevar consecuencias desastrosas. La posición del jurado ante la renuncia de Tamara manda un mensaje rancio, como el típico familiar que dice que tienes que salir a tomar el aire si tienes una depresión. No le dieron importancia y el espectador se quedó con la idea de que si algo perjudica tu salud mental, hay que aguantar.

    Lo que no entendemos es por qué han tomado esta decisión habiendo vivido muy recientemente el caso de Verónica Forqué. La actriz participó en MasterChef Celebrity 6 y fue foco de quejas por parte del público. En esta ocasión, los jueces la trataron con cariño, pero el programa no dejó de explotar el particular carácter de Forque. Lamentablemente, murió por suicidio unos meses después, dejando un tristísimo regusto tras su paso por el programa.

    MasterChef es un programa que siguen, de media semanal, un millón de personas. No es un espacio educativo, pero siguen teniendo un enorme poder en la audiencia y en cómo transmiten diferentes realidades. Haber castigado a alguien -fuese real o de ficción- por anteponer su salud mental es un fallo garrafal.

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