Entramos en materia. 'After' es una película extrema, que lleva a sus personajes al límite, al desnudo anímico más descarnado que uno recuerda haber visto en el cine español en años. Su director, Alberto Rodriguez, uno de los más talentosos (y algo tapados), de nuestro cine, ha construido una tragedia propia de nuestros días: un canto desesperado a la soledad y a la desolación, a los excesos que mejor alimentan el hedonismo; una película triste, dramática, por momentos desesperada y, finalmente, terrorífica.
Sus actores vivieron la experiencia de una forma tremendamente visceral, como recuerda la actriz Blanca Romero (una cara habitual en televisión gracias a la serie 'Física o química'): "Cuando me metí en la peli no tenía ni idea del viaje en el que me metía ni el golpe que me podía pegar. A Alberto, el director, le explicaba que era una experiencia similar a cuando di a luz, que cuando iba en el taxi con mi madre ella me preguntaba , "¿qué tal?" y yo me encontraba la mar de tranquila. Al fin y al cabo no sabía qué es lo que iba a pasar (risas). Al ir al rodaje, de una forma totalmente inexperta y sin tener ni idea de lo que podía ocurrir, de cómo me iba a calar este personaje.
Lo que fue realmente duro fue salir de él. Dos meses después de acabar la película entré en una especie de depresión, me levantaba de la cama llorando... lo pasé realmente mal, me costó bastante volver a ver la luz. Una noche de juerga te da resaca, pero es que esta noche en concreto duró meses de rodaje. Así que la resaca fue mucho mayor. Interpretar a alguien que posee una soledad tan grande, sentirla dentro de ti es extremadamente triste. Hay que decir que esta experiencia me ha ayudado a crecer, tanto en la vida profesional como en la personal. Me ha dejado una huella que me va a durar para siempre."
A lo que Tristán Ulloa apuntilla: "Ha sido una experiencia dolorosa y placentera... aunque más placentera que dolorosa, si no, no estaría aquí (risas). Yo me dedico a esto porque disfruto más de lo que sufro. Este era un modelo de personaje al que da gusto dar vida. Lo decía Willy muy bien: uno se mete en esta profesión por este tipo de historias y personajes. Y hay una cosa importante, ésta película la hemos disfrutado haciéndola pero también viéndola. Aunque yo, particularmente, sufra mucho durante su visionado."
Retrato generacional
Palabra de Guillermo Toledo: "Creo que es un retrato muy realista, aunque dudo que sea un retrato generacional. En una generación como la de los setenta, que es en la que nos movemos en la película, hay tanta diversidad que sería incorrecto generalizar. Otra cosa es que exista, que es cierto, gente como la que mostramos en la película. Hablo de ese tipo de gente a la que la vida le ha llevado a ese estado de soledad y desolación, que le ha hecho moverse por un determinado tipo de ambientes que únicamente le han hecho daño. Y no me refiero a la noche, a las drogas, al alcohol... por encima de todo ello está la desilusión de esta generación a la que se le prometió que conseguirían el éxito mediante el trabajo y el esfuerzo para luego crecer y descubrir que todo es una patraña. Todos esos objetivos que nos marcaron como claves para obtener la felicidad: trabajo, dinero, éxito, posición social, la familia... una vez has cumplido cuarenta años, te das cuenta que has estado cumpliendo los sueños de otra persona. O si se prefiere: has estado cumpliendo los sueños de una sociedad entera, no los tuyos particulares. Es algo así como: Ya he conseguido todo lo que me habías pedido, pero ¿y ahora qué?". Una afirmación que comparten sus compañero de reparto, como dice Ulloa: "Extrapolar esto a toda una generación es muy pretencioso. Lo que es cierto es que es una historia muy real, hay gente así, aunque ellos no definan a toda una generación. Esta historia se hizo en la pre-crisis económica, no sé como responderían estos personajes ahora, posiblemente muy mal, dicho estilo de vida tan hedonista e irresponsable es incoherente con lo que ellos sienten por dentro. El desfase existente entre lo que ellos querían ser y lo que han terminado siendo está demoliendo sus vidas."
Alcohol, sexo, drogas
Los protagonistas de 'After' persiguen a la noche cargados de copas, rallas y promiscuidad sexual. Aderezos secundarios en una película que trasciende toda moral. Ulloa: "Es magnífico que la película no contenga falsa moralina. Esta no es una película sobre las drogas, en absoluto. Aquí las drogas sirven para llevar al límite los sentimientos de los personajes"; y Toledo: "La película carece de moralina y eso es maravilloso. Tanto yo como los autores del guión, el propio Alberto y Rafael Cobos, creemos que las drogas no son necesariamente malas. Lo que es malo es el uso que puedas hacer de ellas. Grandes cuadros, grandes discos, grandes libros... se han creado con ayuda de las drogas. Aunque ese sería otro tema.
El hecho es que la película trasciende de todo eso. No se plantea si las drogas, el alcohol o el sexo es bueno o malo, simplemente está ahí y es algo habitual para mucha gente. Lo que interesa de la historia son los personajes, que precisamente hacen uso de las drogas en contra de su salud mental y física. Y es que hay mucha gente a la que la droga le hace expandirse, ser más abiertos, ser más ellos mismos... pero en nuestros personajes la cosa es más bien al contrario; los colocones los cierran, los hacen meterse más adentro, les niega su capacidad para empatizar con el resto. No pueden demostrar ese cariño que parecen desesperados por enseñar."
Coda final
Regresamos con Blanca Romero para que nos hable de dos escenas clave: la primera, la imagen-símbolo de la película, donde los tres protagonistas bailan abrazados bajo la música diegética de Micah P. Hinson ('Beneath the rose'): "Es una escena preciosa, literalmente: fue el momento en que los tres volamos juntos, aunque cada uno en su universo. Gracias a ella pudimos descansar, mínimamente, todo el dolor que llevan dentro nuestros personajes. A un nivel personal podría asegurar que fue el momento en que pude respirar, por fin." Y la segunda: el plano final de la película (spoiler mínimo), donde la protagonista decide quedarse la perra moribunda. "Aún sigo preguntándoselo al guionista. La película está repleta de detalles así. Como la sandalia que se pierde. Como el móvil que desaparece. El tema de la perra es complejo, a ella le avisan de que si no la sacrifica, Ula/Nieve sufrirá mucho y aún así ella la mantiene viva. La verdad es que es algo terrorífico pararte a pensar en ello. Es un acto egoísta, ella se aferra a la perra para evitar romperse, aunque sea bajo el sufrimiento del animal."
Alejandro G.Calvo