Los 90 y primeros 2000 fueron la época dorada de los videojuegos de lucha. Por eso no es extrañar que, aprovechando el tirón, Street Fighter se hiciera un hueco en la pantalla grande en 1994. Lo que pasa es que la cinta de Jean-Claude Van Damme tuvo un resultado bastante mediocre.
Titulada en España como Street Fighter (La última batalla), la película se basó en los personajes de la famosa franquicia de Capcom y atrajo a las salas a millones de seguidores, pero no se ganó a la crítica. Terminó siendo uno de los peores estrenos del año y, 30 años después, sigue siendo recordada como tal.
"Una mezcolanza aburrida y sobrecargada de secuencias de artes marciales mal editadas y, a menudo, diálogos ininteligibles", dijeron en The New York Times por aquel entonces. Y no fueron los únicos, los comentarios de la prensa especializada están llenos de adjetivos del estilo. "Es rudiosa, exagerada y cargada de efectos", decían en Variety. "Las secuencias de acción no son suficientes para compensar una historia predecible y desigual", aseguraban en CinemaScore. Vamos, que no gustó.
Afortunadamente, fue rentable en taquilla. Costó unos 35 millones de dólares hacerla y se hizo casi con 100 millones en todo el mundo. Unos buenos resultados para la compañía, que quiso convertirla en franquicia. Sin embargo, ninguno de los intentos dio sus frutos. En 2003 quisieron sacar una segunda parte con Van Damme, Golph Lundgren y Holly Valance, pero nunca se hizo realidad. Tuvieron que esperar unos años más para que Street Fighter. La leyenda viera la luz en 2009. Los resultados fueron bastante peores.
20th Century Fox
'Street Fighter. La leyenda', un descalabro en taquilla
En 2009 se estrenó el 'spin-off' -fuera del canon- protagonizado por Kristin Kreuk, Chris Klein y Neal McDonough, entre otros -también andaba por allí uno de los miembros de Black Eyed Peas, Taboo-. El plan inicial era que Van Damme mantuviera su papel, pero el actor rechazó participar en ella.
La cinta, que funciona como precuela de la Street Fighter original, apenas consiguió recaudar 12 millones de dólares frente a los 50 que había costado. La culpa no es solo de la cuestionable calidad de la producción, ya que cuando iba a estrenarse tuvo que hacer frente a la huelga de guionistas que paralizó la industria estadounidense. Programada originalmente para ver la luz en otoño de 2008, finalmente se estrenó en febrero de 2009 y no en todo el mundo. En Australia, por ejemplo, llegó directamente en DVD.
Mala suerte para una cinta poco salvable que a día de hoy sigue siendo recordada por sus malas críticas. La puedes ver en alquiler en YouTube.
