Año 1961. Flash conoce a su versión de otro universo en El Flash de dos mundos, el número 123 de su colección, y abre la puerta al multiverso en DC Cómics y en la ficción en general. Años después, la propia editorial trataría de acabar con él en la obra maestra Crisis en Tierras Infinitas, pero ya era tarde: el concepto estaba más que afianzado en la cabeza de la gente. Han pasado décadas hasta que hemos podido verlo en condiciones en el cine, pero ya es un lugar común gracias, sobre todo, a dos películas: Spider-man: cruzando el multiverso y, por supuesto, Todo a la vez en todas partes.
Conviviendo juntas
Para ser honestos, ha habido películas multiversales desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en 2001, El único ofrecía a Jet Li luchando contra diferentes versiones de sí mismo de otros mundos, haciéndose más fuerte con cada victoria, y La LEGO Película hacía exactamente eso, recorrer distintos universos de juguete. Y por mucho que Marvel diera rienda suelta a sus instintos en Spiderman: No way home, Un nuevo universo dio una visión clara de todas sus posibilidades.
No es raro, pues, que incluso en los multiversos haya películas sobre multiversos. Uno de los detalles más divertidos de Spider-man: a través del multiverso es cómo las cosas van cambiando de un mundo a otro, pequeños detalles fascinantes de encontrar. Y cerca del apartamento de La Mancha tenemos un anuncio de la película de moda. Exacto: Todo siempre por todos lados (All of it always all over the place).
Ojo, porque en este fotograma también hay algo muy interesante: el número de la lona, 1917 1610616 hace referencia a varias cosas: 1610 es el Universo Ultimate en el que nació Miles Morales en los cómics, mientras que el 616 es en el que transcurren las aventuras habituales de los cómics. Por su parte, 1917 es un área de teléfono de nueva York, pero también el año en el que nació Jack Kirby, que diseñó a Spiderman años antes de que lo hiciera Steve Ditko (pero sin mucho éxito). Películas con tanto amor hay que cuidarlas.