Cuando pienso en Úrsula Corberó me resulta inevitable que mi cabeza vuele a su personaje de Ruth en Física o Química, la primera vez que supe de ella y el rol que supuso su gran salto a la fama. Desde entonces ha llovido muchísimo y ella se ha consolidado como una de las grandes actrices de nuestro país en la actualidad con tan solo 34 años después de haber participado en producciones tan potentes y que han dado la vuelta al mundo como La casa de papel, que le ha abierto las puertas de Hollywood además.
No obstante, merece la pena destacar, por lo reciente del hecho y por la importancia, el Premio Ondas que recogió hace unos días la protagonista de El cuerpo en llamas por su papel en la polémica serie basada en hechos reales de Netflix. Un movimiento arriesgado sobre el que ella misma confesó que dudó al recibir el galardón pero que la ha llenado de satisfacciones. Y yo al margen de eso me quedo con el discursazo que marcó.
Sin embargo, hubo una serie que supuso un punto de inflexión para la intérprete, probablemente más en lo personal que en lo profesional: La embajada, durante cuyo rodaje conoció al que a día de hoy sigue siendo su pareja, el actor argentino Chino Darín, hijo del también artista Ricardo Darín. Y por cierto, el joven le regaló a Corberó su bolso favorito.
Desde entonces ambos comparten su vida y sus pasiones y aunque uno de mis momentos públicos favoritos de la pareja fue cuando él dijo eso de "Me parece que si la defino la limito" sobre ella, hoy vengo a hablar sobre algo más palpable, menos metafísico y poético, menos de Oscar Wilde: lo mucho que les gusta a ambos ponerse las botas y si es con comida argentina, ¡mejor que mejor!
El Gaucho, el restaurante argentino favorito de Madrid de Úrsula Corberó y Chino Darín
Según lo que la catalana confesó en 2017 a la Guía Repsol, el restaurante El Gaucho, ubicado cerca de la Plaza del Carmen, junto a la Puerta del Sol, es uno de los locales favoritos de ella y de Darín para disfrutar de las bondades de la cocina argentina en nuestro país.
"Es de parrilla argentina y tiene una carne de primerísima calidad y abundante. Es un sitio normal, sin pretensiones de nada pero se come muy bien. Además, está muy bien de precio y se puede comer en la barra o en el salón. Tiene unas empanadillas argentinas deliciosas".
Para la misma publicación especializada la actriz declaró que de la gastronomía de Argentina le pirran las mollejas, el ojo de lince y el revuelto gramajo.
Además de este restaurante, también señaló en la capital Camoatí, "que está en una callejuela que sale de la Plaza de la Paja, en la Latina. Es más fusión argentina mediterránea pero tienen una entraña buenísima. Es íntimo y acogedor y tiene una decoración muy original".