Este 2024 se cumplen siete años del comienzo del #MeToo, un movimiento que comenzó con la denuncia pública a décadas de acoso por parte del poderoso productor de Hollywood Harvey Wenstein a numerosas actrices y que rápidamente alcanzó una gran viralidad y revolucionó por completo la industria del cine. En un primer momento fueron varias las actrices que destaparon los abusos de los que habían sido víctimas, pero la lista creció a pasos agigantados y, solo un año después, más de 60 actrices como Laura Dern, Patricia Arquette, Angelina Jolie y Jennifer Lawrence habían compartido experiencia personal con el acoso sexual. Al mismo tiempo, decenas de miles de mujeres anónimas hacían lo mismo en redes sociales, extendiendo los abusos al resto de ámbitos de la vida.
Tras la primera etapa del movimiento, algunas cosas comenzaron a cambiar, con las grandes majors introduciendo cambios significativos en las películas, como la introducción obligatoria del coordinador de intimidad en los rodajes y otras medidas, y con el escrutinio del ojo público ejerciendo una importante presión que ha dado sus frutos.
Sin embargo, Susan Sarandon, una veterana intérprete que ha atestiguado el antes y el después del movimiento, tiene claro que Hollywood aún tiene mucho trabajo por hacer. Así lo ha compartido con las también actrices Mira Sorvino y Geena Davis, quien fuera su coprotagonista en la mítica Thelma & Louise de Ridley Scott, durante su participación en un panel de la convención 90 Con, dedicada a la década de los 90.
No creo que hayamos hecho la limpieza posterior que deberíamos estar haciendo
"No creo que hayamos hecho la limpieza posterior que deberíamos estar haciendo", sentenció Sarandon después de que Mira Sorvino contase cómo Harvey Wenstein impactó de forma negativa en su carrera después de que ganase el Oscar a Mejor actriz secundaria en 1996 por su papel en Poderosa Afrodita. Sorvino fue una de las decenas de actrices que denunciaron las acciones de Weinstein, aunque dos décadas antes ya se había enfrentado a sus abusos y había acabado en una lista negra de Hollywood. "Dejé de ser una actriz de cine viable. Todavía hacía películas independientes y seguía haciendo televisión, pero fue muy duro"
"No creo que la gente hable lo suficiente sobre las personas que facilitaron los Harvey Weinsteins del mundo que siguen funcionando todavía y que son igualmente responsables", añadió asegurando que hay gente que sigue trabajando y que "sabía cuando estaban enviando a gente a hoteles y que no prestaba atención cuando alguien se quejaba".
Sarandon cree que la sexualidad femenina sigue siendo uno de los pilares de Hollywood y cualquier mujer que quiera dedicarse a ello sabe de sobra que juega un papel: "Es muy confuso ser una chica joven y saber que están comprobando tu validez de acuerdo a lo sexy que eres", reflexiona la veterana. "Lo llamen química o como lo quiera llamar. Pero es parte de lo que estás poniendo encima de la mesa. Te guste o no, eso existe".
“Aquello supuso sin duda un antes y un después en mi vida. Formar parte de algo así de grande y con tantísimo potencial positivo ha significado muchísimo para mí", explicaba Sorvino a Vanity Fair en 2021 sobre lo feliz que se sentía de haber sido una de las voces del #MeToo.