Nacido en Manchester en 1944, el veterano actor Bernard Hill comenzó su carrera como intérprete alternando su trabajo en teatro con papeles de distinta importancia en la televisión británica y, aunque sus primeros papeles cinematográficos tuvieron lugar en películas bastante populares, como Gandhi y Motín a bordo, junto a Mel Gibson, su rostro no se dio a conocer al gran público cinematográfico fuera de Reino Unido hasta 1997, cuando se hizo mundialmente famoso como el capitán Edward Smith del barco titular en la exitosa película de James Cameron Titanic.
Posteriormente le veríamos también siendo una parte importante de El Señor de los Anillos: Las Dos Torres y El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, en las que interpretó al antiguo rey Théoden. Así, Hill es el único actor que aparece en dos de las tres películas que han ganado más premios Oscar de la historia, puesto que tanto Titanic como El señor de los anillos: El retorno del rey comparten junto a Ben-Hur el récord de haber ganado 11 galardones.
Activo hasta el final de sus días, Bernard Hill falleció el pasado domingo 5 de mayo, a la edad de 79 años, aunque las causas del fallecimiento no se han hecho públicas. Atrás, deja una trayectoria de más de 40 años actuando y que retomó tras unos años de descanso en 2023. Su último trabajo fue la serie The Responder.
"Bernard Hill es un excelente Capitán Smith", declara James Cameron en los extras de Titanic sobre el trabajo del actor, quien logró cautivar a los espectadores con su interpretación del capitán del enorme transatlántico que acabaría en el fondo del océano en su viaje inaugural.
Sin embargo, para valorar al completo la suerte que había tenido de contar con Hill, el ambicioso y perfeccionista director tuvo que comprender cuál era el método de trabajo del actor, que en el momento de rodar no terminaba de ver del todo pero luego siempre quedaba sorprendido con el resultado:
Era un personaje interesante con el que trabajar porque siempre sentí que no estaba haciendo lo suficiente. Y luego veía la película (o las tomas diarios) y me daba cuenta de que todo estaba ahí, de alguna manera estaba en sus ojos. Seguí pidiendo más tomas y tratando de presionarlo para que reaccionara un poco más fuerte, pero luego me di cuenta de que él había tomado la decisión correcta
Y es que, la mirada de Bernard Hill lo dice todo en Titanic: es realmente increíble cómo a través de sus ojos se refleja que sabe la tragedia es inevitable y que su transatlántico seguramente se hundirá en las aguas del Atlántico. Por suerte, Cameron, por mucho que sea una de las personas más importantes del séptimo arte, supo darse cuenta al momento de ello.
