Bueno, esto ya está en marcha. Basta echar un vistazo a la programación del día -clonándonos podríamos llegar a ver hasta doce películas- para darse cuenta que estamos en caída libre hasta el lejano 22 de mayo, fecha de cierre del certamen. Ayer la jornada anduvo tranquila, al menos, por aquellos lares donde no se encontraba la pop-trash-star Lady GaGa (y el ejército de armarios roperos que velaban por su seguridad). La sesión inaugural transcurrió tan glamurosa y aburrida como siempre... con una agradable excepción, junto a las habituales presentaciones del jurado y del equipo de la película inaugural, se otorgó una Palma de Oro a modo de homenaje a toda una carrera al veterano director Bernardo Bertolucci. Un premio más que justo para un cineasta que nos ha entregado películas magistrales de la talla de 'La estrategia de la araña (Strategia del ragno)', '1900 (Novecento)' o 'El último tango en París (Ultimo Tango a Parigi)'.
El jurado de la sección oficial. De izquierda a derecha: Olivier Assayas, Linn Ullmann, Jude Law, Martina Gusman, Uma Thurman, Robert De Niro, Nansun Shi, Mahamat Saleh Haroun y Johnnie To.
Entramos en materia. Ayer a la noche se proyectó la película de producción australiana 'Sleeping Beauty' de la realizadora Julia Leigh, que cuenta con el respaldo en la producción de Jane Campion. Tratado sobre el sadismo de carácter más erotómano, la película sigue los pasos de a joven de modélica belleza que ejerce como "scort" para todo tipo de pervertidos. El título de la película hace referencia a la particularísima relación ejercida entre prostituta y cliente, puesto que ella es sedada y jamás sabe que ocurre con su cuerpo. Película fría, impostada y desequilibrada, arranca como un cruce entre Buñuel y el Marqués de Sade menos violento, pero acaba naufragando al no saber mantener la sutilidad (estética y ética) con la que arranca la cinta, dando lugar a un entramado final cada vez más grotesco e incomprensible. Para el recuerdo queda el nombre de la actriz que ejerce de bella durmiente: Emily Browning (vista en 'Sucker Punch').
Antonio Banderas y Salma Hayek ayer se pasearon por Cannes para presentar 'El gato con botas (Puss in Boots)' (la película no figura en ninguna sección del certamen)
La primera, digamos, decepción del certamen ha llegado esta mañana con la proyección de 'We Need to Talk About Kevin' de la realizadora británica Lynne Ramsay. Retrato desasosegante de la relación de una madre -a la que da vida una excelente Tilda Swinton- con su hijo psicópata, la película está construida en forma de puzle narrativo -pensar en las películas del tándem Inárritu/Arriaga- donde vemos tres estadios de tiempo simultáneos: los primeros días de la pareja y el nacimiento del monstruo / los años de juventud del problemático joven / la soledad y alienación de la madre con el hijo en la cárcel. Reiterativa e intencionadamente repulsiva, la película se alarga hasta llegar a las dos horas de acoso al espectador. A modo de anécdota diremos que el actor que interpreta al joven psycho es Ezra Miller, el mismo protagonista alienado de la magistral 'Afterschool'.
Música de fondo: Nas
Alejandro G.Calvo