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    Cannes 2013: James Franco da la sorpresa con 'As I Lay Dying'

    En la sección oficial se estrellan tanto 'Shield Of Straw', de Takashi Miike, como 'Borgman', de Alex van Warmerdam. Además, ha salido el sol.

    Lo cierto es que nadie esperaba nada de la película que James Franco presentaba en la sección Un certain regard, As I Lay Dying. En parte porque su carrera como director es bastante irregular -la mayoría son títulos raros, con más fallos que aciertos, aunque con una voluntad de experimentación bastante sorprendente viniendo de un actor joven curtido en el mainstream norteamericano-, en parte porque el polifacético actor no deja de marear con todo tipo de proyectos -cine y televisión, ficción y documental, que sumarían unos diez estrenos (de llegar a completarse todos) para el 2014: ya conocen el dicho, quien mucho abarca, poco aprieta-, si además le sumamos las malas críticas recibidas en la Berlinale por Interior. Leather Bar. (yo no la he visto: ergo no puedo opinar, aunque el proyecto me parece bien interesante), donde el cineasta pone en escena las partes cortadas de A la caza (1980) de William Friedkin.

    James Franco, director y actor de As I Lay Dying.

    En As I Lay Dying James Franco adapta la novela de William Faulkner (de lectura obligada) "Mientras agonizo", un relato sureño en el que una familia se enfrenta al transporte del ataúd de la madre recién fallecida, sufriendo todo tipo de desgracias y sacando a la luz las miserias que habitan en su seno. Una historia de una épica tristísima, llena de desgarro y dolor, que Franco adapta con un respeto y una fidelidad digna de aplauso. Para ello cuenta con un reparto perfectamente medido -Logan Marshall-Green, Danny McBride, Ahna O'Reilly, Tim Blake Nelson y el propio Franco- y, ojo, utilizando como principal mecanismo narrativo el uso de la pantalla partida. Una apuesta muy arriesgada con la que Franco logra elevar la película a unos niveles deslumbrantes: cuestión de estilo, claro, pero también de inteligencia a la hora de componer esos planos cuya polisemia, literalmente, se dispara: es diálogo, metáfora, subrayado, construcción paralela o, incluso, un mero artefacto estético con el que dinamita (en positivo) la belleza de las imágenes. Las referencias cinematográficas surgen casi de forma espontánea: hay mucho de Terence Malick, claro, con esa cadencia triste que eleva hacia lo místico las tragedias interiores de los personajes, pero también hay un poso crudo, realista, que recuerda tanto a los lagos dramáticos de los Dardenne como al hardcore (en las escenas finales) de Lars Von Trier. La película dista de ser perfecta: posee momentos altisonantes, unas pretensiones algo salidas de madre y es realmente compleja de entender sin subtítulos (no hay quien entienda a Tim Blake Nelson). Pero vaya, en mi no-tan-humilde opinión, creo que es un título a defender sin miedo.

    Tim Blake Nelson, Ahna O'Reill, James Franco y Beth Grant en el photocall de As I Lay Dying.

    Alfombra roja de As I Lay Dying

    Con Takashi Miike, por el contrario, uno nunca sabe lo que se va a encontrar (aunque el hecho de que la película concurse para la Palma de Oro hiciera que fuéramos optimistas). Y es que el director haya pasado de rodar seis películas por año, a principio de los 2000, a rodar dos o tres, en la actualidad, tampoco es que haya hecho variar en demasía su desquiciada aproximación al cine de género. En los últimos años, de hecho, ha tenido tantos hits -13 asesinos, Hara-kiri, muerte de un samurái- como fracasos -Ninja Kids!!!, For Love's sake-, aunque siempre manteniendo un tono lúdico de lo más natural, capaz de hacer sonreír al fan rendido por sus continuas genialidades, a veces sólo mínimos detalles, aún en películas a medio gas. Wara No Tate (Shield Of Straw) pertenece a estas últimas y eso que el material de partida era realmente jugoso: un escuadrón de policías tienen que escoltar a un asesino pedófilo hasta Tokyo, a quién la familia de la última víctima ofrece un billón de yenes por su cabeza (tiene un aire a Ruta suicida de Clint Eastwood). Lo que se promete como una ensalada de tiros en tensión creciente y traiciones en cascada, acaba desinflándose al tender excesivamente hacia lo dramático en la segunda mitad del relato (una pena, porque toda la secuencia en tren es realmente brillante). La ambición le pudo al director japonés con un guion cada vez más histérico y un final que no parece llegar nunca y, para cuando lo hace, ay, casi toma la peor de todas las soluciones posibles. Demasiado moralista se nos ha puesto Miike, justo cuando sus mejores películas (históricamente hablando) triunfaban precisamente en su amoralidad: Ichi The Killer, Izo, Visitor Q, Dead or Alive, Gozu...

    El director Takashi Miike, la actriz Nanako Matsushima y el actor Takao Osawa posando en la alfombra roja.

    Más sección oficial fallida: Borgman de Alex van Warmerdam, debía ser la suplente natural del Nymphomaniac de Lars Von Trier, después de que el Festival rechazara la película presuntamente pornográfica del director de Rompiendo las olas. Borgman es un relato sobre un grupo de presuntos demonios en la tierra (no se explica su origen) cuya principal función es adentrarse en familias acomodadas, asesinar a quién no le sirve y añadir como nuevos adeptos a aquellos que son más inocentes (si es que he entendido la película, que no lo tengo muy claro). Quizás podríamos estar hablando de una versión light del Funny Games de Haneke, pero debido a la escasa garra de la obra y del absurdo inconcreto que rodea la historia, todo deviene más cómico y más inútil, dejando únicamente para el recuerdo alguna brutalidad accidental: los asesinatos por envenenamiento, el poco interés sexual que sienten los torturadores por sus excitados esclavos o, lo más tronchante, el mecanismo con el que se deshacen de los cadáveres tirándolos a un lago con la cabeza ahogada en cemento. Pero más allá de estos pequeños golpes de efecto, no queda nada. Vaya, nada de nada. Lars, te echamos de menos.

    El productor Marc Van Warmerdam, la actriz Anne Malherbe, el actor Jan Bijvoet, la actriz Hadewych Minis, el actor Jeroen Perceval y el director Alex Van Warmerdam en la presentación de Borgman.

    Música de fondo: Ray Charles.

    Alejandro G.Calvo

    + Todas las crónicas de Cannes 2013 by Alejandro G. Calvo

    Día 1: Los fuegos de artificio de 'El gran Gatsby' sirven de chupinazo de salida del festival.

    Día 2: Las ladronas pijas de Sofia Coppola dan la nota en 'The Bling Ring'.

    Día 3: Cannes se pone hardcore: prostitución ('Jeune & Jolie'), torturas ('Heli') y sexo explícito gay ('L'inconnu du lac').

    Día 4: Hirokazu Kore-eda con 'Like father, like son', el primer candidato firme a llevarse la Palma de Oro.

    Día 5: Los hermanos Coen ovacionados por 'Inside Llewyn Davis'.

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