La crisis del ladrillo es la temática que nos muestra Los fenómenos, el segundo largometraje como director de Alfonso Zarauza, con quien hemos tenido el placer de charlar. Para su nueva película ha vuelto a contar con Luis Tosar como protagonista, acompañado esta vez por Lola Dueñas.
¿Por qué titular a la película 'Los fenómenos'?
Me parecía muy irónico en el fondo, unas cuadrillas a la que apodan 'los fenómenos' por su capacidad para construir metros cuadrados, para hacerlo rápido pero no bien. Es un poco el fenómeno que hay en España, aquí lo que se valora es hacer las cosas mal y rápido, para ganar dinero pronto y de cualquier forma, no de una manera honesta.
¿Cómo ha sido la acogida en el pueblo, a la hora de rodar y tratar un tema como este?
Bien, muy bien, la verdad es que sí. Tanto en Almería como luego en Galicia, en diferentes pueblos donde rodamos; en Mugardos, en Redes y en Miño, esa zona fue muy buena, Ferrol… La verdad es que fue estupendo.
¿Y con el elenco? ¿El trabajo en grupo?
Con el elenco fue muy bien todo, porque fue una apuesta un poco arriesgada por mi parte porque, aparte de Lola y Luís que eran un poco las caras visibles, los productores querían que la cuadrilla también fuesen actores famosos y yo prefería apostar por actores más desconocidos, que son conocidos en Galicia, pero más desconocidos en el resto de España. Pero me parecían más auténticos y además que hablase alguno de ellos en gallego, puede ser un poco contraproducente a nivel español por esos prejuicios que hay a veces, pero yo creo que es muy interesante porque le da autenticidad a la película y realismo, entonces creo que es una cuadrilla muy creíble, muy verdadera.
¿Por qué construir un personaje como Avelino?
Todos los personajes de la película, los principales están diseñados con cierto simbolismo y Avelino es el personaje alienado, el obrero que trabajó toda su vida y no se enriqueció con nada más que con el trabajo. Posiblemente sea alcohólico, no tenga mujer ya, ni hijos, de repente le quitan el trabajo y se queda como con un vacío espantoso que no puede sobrellevar, pues eso se llama personaje alienado, que no tiene vida propia, no tiene nada dentro, vive totalmente para el trabajo. Luego está el personaje del joven, Curtis, que deja de estudiar a los catorce años para comprarse un coche, de repente llega la crisis y no sabe hacer otra cosa que trabajar de albañil, pero no hay trabajo de albañil y él no tiene formación, ¿qué hace? Cada personaje tiene un cometido.
Juntas todos los dramas y se nos presentan de manera chocante, ¿sientes que te estás arriesgando a una crítica por parte de ciertos sectores?
Puede ser pero yo creo que es una película que había que hacer porque es necesaria, hay que hacerla de una manera honesta, porque se podría hacer un final que gustase más a los productores para que gustase más al público y dulcificarlo un poco pero no me parecía honesto. Creo que el final debe ser lo que es, el personaje de Neneta simboliza un poco a España y que al final acaba así, sin poder tomar decisiones y vendida, y sin futuro, pues es un poco la situación en la que nos dejaron, de la que estamos empezando a salir, pero no quería indicar que no hay futuro en España, sino que tenemos que despertar de ese letargo para reaccionar y cambiar las cosas.
'Los Fenómenos' es un drama doloroso, ¿por qué utilizar el humor?
El humor sirve para llegar a lugares donde no se puede llegar con el drama, es mucho más irónico, mucho más incisivo. Por ejemplo, la escena de la casa que se compra el personaje de Josué, otro trabajador que invierte todo en tener una casa, un piso para su mujer y su hijo, para su porvenir y se deja ahí la mitad de la vida, la mitad de su sueldo durante cuarenta años de hipoteca para que al final esté mal construido y oigas al vecino ir al baño y nadie se haga responsable de eso. Le ha pasado a miles y miles de personas, que no se hacían responsables los constructores, les dices que es defectuoso el piso, que le estás pagando un dineral y estás dejándote aquí 80.000 euros y ellos te dan un piso que se oye al vecino de al lado hasta cuando abre el grifo.
¿Cómo esperas la acogida en el estreno?
Espero que al público le guste y la sepa aceptar, sé que es una película que en algunos parámetros puede ser dura, pero también sé que es cercana y muy real, que la gente va a poder palpar muy de cerca, porque la hicimos de una manera muy honesta y muy verdadera, cercana a la realidad y sin artificios. Entonces yo creo que el público no es ignorante y esas cosas en el fondo las aprecia. Yo creo que no es una película desesperanzadora, todo lo contrario, es para insuflar energía y que la sociedad despierte, pero también para disfrutar. Tiene sus historias de amor, su humor y su parte amable.
¿Estás pensando en hacer una continuación? Porque el drama continúa.
Podría ser, pero en principio no me lo planteo. Yo creo que deben surgir mil películas, con mil miradas diferentes sobre la crisis. Ésta fue la mirada que yo pude hacer, pero hay muchísimos directores que pueden contar mil millones de cosas muy interesantes y de mil millones de formas diferentes.