
Los movimientos que hace Jareth con la bola son reales. En realidad, las manos pertenecen al coreógrafo Michael Moschen, un reconocido malabarista. Moschen estaba escondido detrás de Bowie y no podía ver a través de ningún monitor si lo estaba haciendo bien o mal. El director Jim Henson dijo que era "lo más parecido a la magia que he conocido".