La última película de Disney, Frozen II, continuó con una de las claves de su predecesora cuando rompió una de las grandes normas de los clásicos Disney, dejando de lado, e incluso llegando a criticar, la idea del "amor verdadero" que tanto han explotado en la franquicia al dejar a Elsa soltera a lo largo de la secuela.
Tras la primera película y el anuncio de la secuela, hubo una oleada de apoyo para darle a Elsa un interés romántico para la segunda entrega. Incluso hubo un giro cuando los fans quisieron que Elsa fuese la primera princesa lesbiana de la franquicia, dándole a la reina de Arendelle una novia en Frozen II.
Recientemente, Jennifer Lee, la guionista y directora de la película, ha respondido a las críticas de que en la segunda entrega no se explorase la posibilidad, si no que se centraron más en el desarrollo de su historia que en buscarle un interés romántico.
Podemos hacer cualquier tipo de personaje, pero con Elsa estábamos realmente mirando a dónde está en su vida y la presión que siente al cargar con el peso del mundo. No nos estábamos centrando en el amor romántico.
Tras descubrir quién era y estar en paz con ella misma en Frozen, el reino del hielo, Elsa busca el origen de por qué es como es en Frozen II, por lo que habría sido complicado y se habría alejado de la trama si hubiesen añadido una subtrama romántica para ella, como hicieron con Anna en las dos películas.
Habrá que esperar a que Disney se anime a una tercera entrega para descubrir si Elsa encuentra a un futuro compañero, o compañera, que le acompañe en futuras aventuras.