La nueva película de acción real de Disney, Mulán, está dando mucho de qué hablar en China. Cuando La Casa de Mickey Mouse anunció que estaba haciendo el 'remake' de la película clásica animada de 1998, la compañía parecía orientada a crear una película que complaciera a los espectadores chinos, ya que la cinta original no funcionó del todo bien y el público la consideró irrespetuosa con el mito original y con su cultura.
En la versión que está a punto de llegar a los cines, la historia de amor entre Mulán y Li Shang se planteó en un primer momento, aunque, finalmente, Li Shang no aparece en la cinta. Podemos estar tranquilos porque sí hay historia de amor, pero lo que no habrá será un beso en escena.
El interés amoroso de Mulan en esta película es Chen Honghui (interpretado por Yoson An). En un primer corte de la película, los dos comparten un beso. Sin embargo, The Hollywood Reported afirma que, después de que Disney proyectara la película a una parte del público, los ejecutivos locales vieron el beso y lo desaprobaron. La directora de la película, Niki Caro dijo: "Fue muy hermoso, pero la oficina de China dijo: 'No, no puedes, eso no le parece bien al pueblo chino', así que lo sacamos".
La nueva película también eliminó todos los números musicales de la original, aunque podemos contar con versiones instrumentales de esas mismas canciones que sonarán en el fondo de varias escenas. Tampoco veremos a Mushu, el fiel compañero dragón de la heroína, cosa que no ha sentado bien a todos los seguidores.
Disney, por su parte, ya ha tenido que lidiar con la controversia, ya que durante las recientes protestas de Hong Kong, la actriz protagonista, Yifei Liu publicó en la red social china Weibo su apoyo a la policía. La reacción a su publicación fue, como era de esperar, inmediata y el hashtag #BoicotMulan fue tendencia mundial en otras redes sociales. Poco después de eso, el gobierno chino fue acusado de establecer una serie de bots de Twitter en apoyo de la película, así como publicaciones que socavaron el movimiento de protesta.
Disney tendrá que hacer frente tanto al posible desencanto chino, como a los fans de la película original. Todo esto con un presupuesto de gran nivel, teniendo en cuenta de que es potencialmente una de las películas más caras que ha hecho la compañía.