Una producción pequeña, menos de dos semanas de rodaje y los casos de coronavirus creciendo. Culpable, el 'thriller' de Netflix protagonizado por Jake Gyllenhaal, aprovechó que el actor y el director Antoine Fuqua estaban libres durante unos días para poder convertirse en realidad.
Culpable, 'remake' de una película danesa del mismo nombre, se ambienta en una sola mañana en un centro de llamadas de emergencia. Joe Baylor es el personaje principal, un hombre que debe ayudar a una mujer que se encuentra en grave peligro. No obstante, las cosas van desarrollándose de forma extraña y nada es lo que parece.
"Era algo que sentíamos que tenía que ocurrir", comienza Fuqua en Collider. "El apogeo del COVID, una historia convincente, estaba disponible por un corto periodo de tiempo, Jake estaba disponible por un corto periodo de tiempo. Solo teníamos que hacer que funcionase. Es un mérito para nuestra industria y las personas que trabajan en ella".
Gyllenhaal, por su parte, ha reconocido que siempre pensó que una película como Culpable "debía rodarse en un periodo de tiempo muy corto" y que a la hora de llevar a cabo el rodaje "necesitaba que todo funcionase como un reloj". "A los dos nos gustan los retos, pero creo que fue algo que se incorporó al proceso y a la historia desde el principio'', añade.
DIRIGIR Y ACTUAR AISLADOS
Cuando el rodaje de Culpable iba a comenzar, solo unos días antes, alguien del entorno de Fuqua dio positivo en coronavirus. La producción no podía retrasarse y el tiempo de aislamiento era mayor que lo que se tardó en grabar la película. Por ello, el director dirigió el filme desde una caravana.
"Tuve que trabajar en una caravana, fuera del estudio, porque alguien cercano pilló el coronavirus", contó Fuqua en THR. "No podía poner en peligro toda la película. Así que estaba yo solo en una caravana, con monitores, 'walkie-talkies' y auriculares para comunicarme con el equipo y con Jake".
Culpable parecía una película hecha para ser rodada en un momento en el que la distancia personal era clave para evitar que los casos de coronavirus siguieran aumentando. No solo Fuqua estaba aislado, también Gyllenhaal. El resto de actores del filme como Riley Keough y Peter Sarsgaard se comunicaban a través del teléfono.
"Irónicamente, él [Gyllenhaal] estaba en la misma situación. Estaba encerrado en una habitación con muchas cámaras, monitores y el resto de actores al teléfono. Ambos estábamos encerrados, y no era algo planeado. Ocurrió de esa forma, pero de nuevo, estábamos juntos en ello", concluye Fuqua.