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    "Somos un poco locos como humanos, pero está bien porque todo el mundo es así": Ander Puig, el actor de 22 años que derriba estereotipos
    Sara Heredia
    Sara Heredia
    -Redactora jefe SensaCine
    Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

    El actor de 'Élite' y 'Ser o no ser' nos habla de su carrera, modelos a seguir y cómo se ha convertido en la inspiración de muchos.

    Cuando Ander Puig entra en las oficinas de Webedia lo hace como un joven algo tímido que tampoco quiere llamar mucho la atención. Es amable pero su mirada curiosa le delata: por dentro está ardiendo. No tardamos ni un segundo en darnos cuenta de que sus respuestas son contundentes, llenas de razón y seguridad. Puig solo tiene 22 años pero parece que ha tenido cien vidas para aprender y reflexionar.

    El actor ha alcanzado la fama con Élite, donde da vida a Nico, el primer personaje trans de la ficción. Antes había sido Joel en Ser o no ser, también un chico trans. En la vida real, Puig es un chico trans que no solo habla de su transición sin tapujos, sino también de otros aspectos que a cualquier veinteañero le pondrían la cara roja. Habla de su vulnerabilidad y de no sentirse bien consigo mismo, pero también de cómo lo ha superado y ha aprendido a querer que la cámara le siga.

    Creo que para ser actor tienes que ser primero muy honesto contigo mismo. Obviamente, es imposible conocerse al 100% a ti mismo. Lo sé, pero solo digo que seas un poco honesto. Si yo soy un chico, pues tengo que decírmelo y tengo que defenderlo.

    Al igual que el actor, todos somos vulnerables y estamos perdidos, pero él cuenta con algo realmente especial: se ha convertido en un modelo para otros jóvenes. Sus papeles en Élite o Ser o no ser no son una cuestión de "cuota de inclusión". Ayudan a personas. Él lo ha vivido en sus propias carnes. "Me acuerdo una vez que fui a unos premios y había dos chicos trans que llevaban esperándome abajo en el hotel desde las 19:00 de la tarde y eran como las 00:00 de la noche y me lo dijeron. Y yo: ‘Buah, ¿pero qué hacen? ¡Qué suban!’. Y subieron y estuvimos hablando. En sus caras veía como admiración. Fue muy guay. Obviamente, yo no puedo negarme a hablar con ellos", confiesa en una entrevista con SensaCine.

    Es una especie de reconocimiento -o consecuencia- por esa verdad y corazón que él ha volcado en su carrera. Puig ha utilizado su propia experiencia para construir sus personajes. "En Ser o no ser un 70% fue mi experiencia personal porque yo he pasado la misma historia. Yo he tenido otro tipo de historia, pero sí que puse todo el dolor que siente, todo el rechazo, todo ese dolor interno y ese miedo de decirlo. Era mostrar esa vulnerabilidad", confiesa.

    ¿Qué te hizo querer ser actor?

    Cuando decidí que quería ser actor no fue por una serie o película, fue porque me apunté a clases de interpretación y fue por curiosidad. Entonces descubrí que transmitía, que me expresaba, como que me desahogaba y también que lo disfrutaba y que se me daba bien. Me di cuenta de que a lo mejor era algo por lo que podía apostar y entonces aposté por ello. También vino muy enlazado con mi transición. Empecé a actuar y fue como sentirme bien conmigo y verme bien en la pantalla. Antes a lo mejor no podría haberlo hecho.

    ¿En este proceso de cuando te vas preparando para ser actor como mentores o modelos, tú tenías algún modelo al que seguías?

    Sí, me gusta mucho River Phoenix y también Leonardo DiCaprio, que es un poco el mismo estilo. River Phoenix creo que tenía una mirada muy potente y era una persona muy especial.

    Mientras promocionabas Élite decías que podías recibir “o mucho odio o mucho amor”, ¿qué ha pasado?

    Mucha gente me lo pregunta. Obviamente, ha venido mucho más amor que odio. Mucho cariño, muchos mensajes de gratitud de muchos chicos trans que me dicen gracias por estos papeles que he hecho. Y mucha gente también que les ha llegado el mensaje y están contentos.

    ¿Tú te has encontrado a alguien para el que tú seas un modelo?

    Sí, sí, me lo he encontrado. Me he encontrado con personas que han visto la serie y por la calle me han parado. Cuando he ido a premios también ha habido gente de la industria cinematográfica que me lo ha dicho, que para ellos ha sido como una inspiración. Chicos trans que querían verme... Me acuerdo una vez que fui a unos premios y había dos chicos trans que llevaban esperándome abajo en el hotel desde las 19:00 de la tarde y eran como las 00:00 de la noche y me lo dijeron. Y yo: ‘Buah, ¿pero qué hacen? ¡Qué suban!’. Y subieron y estuvimos hablando. En sus caras veía como admiración. Fue muy guay. Obviamente, yo no puedo negarme a hablar con ellos. Tengo que hablar lo máximo posible con ellos porque lo necesitan y yo estoy aquí para ellos.

    Tu reacción entonces es de apoyarles

    Sí, total. Y de escucharles también. No quiero ser el protagonista de la historia, ya lo he sido de la serie, y cuando les veo no quiero ponerme al nivel de ‘ellos son los fans y yo el actor’. No quiero eso, quiero escuchar también. Hacerles ver que estoy ahí para ellos también.

    Las dos series más destacadas de tu carrera ahora mismo son Élite y Ser o no ser. En las dos eres un chico trans, ¿has utilizado tu experiencia para los personajes?

    Sí. Ser o no ser fue mi primera serie, entonces tampoco tenía muchas tablas actorales. Aprendí mucho con una coach que se llama Yasmina. Me dejé fluir más en la actuación. Los primeros días era como que no sentía nada. Estaba muy tenso. No quería ponerme sensible. Pero después fui fluyendo y cada vez me salía más la actuación. Y sí, puse también bastante de mí, de mi experiencia personal. Creo que un 70% fue mi experiencia personal porque yo he pasado la misma historia. He tenido otro tipo de relaciones con chicas, he tenido otro tipo de historia, no hice el bachillerato escénico, hice un bachillerato artístico audiovisual. No fue lo mismo, obviamente, pero sí que puse todo el dolor que siente, todo el rechazo, todo ese dolor interno y ese miedo de decirlo. Era mostrar esa vulnerabilidad, porque es un personaje que está totalmente vulnerable y eso es algo que se ve con valentía, pero también vulnerable. Entonces sí, yo conozco eso porque lo pasé en ciertas fases.

    Entonces, ¿la interpretación te ha ayudado un poco en la transición?

    Sí, me ha ayudado mucho. A mí ahora me gusta que la cámara esté cerca de mí, que me busque o yo buscarla. Me veo cómodo. Es como que deseo que me graben. Antes, si hubiera actuado, a lo mejor me hubiera gustado la profesión, pero no lo hubiera disfrutado del todo porque no me sentía cómodo conmigo mismo. No había hecho las paces conmigo. Entonces si me hubiera visto en pantalla, no hubiera visto algo que me gustara. Creo que para ser actor tienes que ser primero muy honesto contigo mismo. Obviamente, es imposible conocerse al 100% a ti mismo. Lo sé, pero solo digo que seas un poco honesto. Si yo soy un chico, pues tengo que decírmelo y tengo que defenderlo. No puedo no defenderlo porque sea más fácil no defenderlo. Era muy cómodo no decirlo, pero era muy infeliz y por eso no seguí por ahí.

    Antes, si hubiera actuado, a lo mejor me hubiera gustado la profesión, pero no lo hubiera disfrutado del todo porque no me sentía cómodo conmigo mismo. No había hecho las paces conmigo

    ¿Qué prejuicios o clichés sigues viendo en los personajes trans?

    Ahora estamos en un punto donde no se muestra mucho la homosexualidad en chicos trans. También estamos en el inicio del fenómeno trans, que se vea en pantalla que las personas trans existimos. Hay una creencia de que si eres trans y quieres ser un chico, tienes que ser un macho alfa, tienes que derribar muros, tener fuerza y te tienen que gustar las mujeres. Y no, a lo mejor alguien es gay y a lo mejor alguien es un chico, pero es un poco más femenino y no pasa nada. A la gente le cuesta creerse eso. Lo he visto mucho, pero sobre todo gente mayor. Gente que te apoya 100%, pero que le cuesta más esta parte.

    ¿Cómo te ves de aquí a diez años?

    No tengo un papel soñado porque me gustaría hacer muchos papeles, vivir varias historias y expresarlas. Pero me gustaría hacer un personaje que tuviera carácter, que tuviera una personalidad fuerte. Un personaje que tuviera mucha presencia porque tiene unos ideales muy claros y que la historia gire alrededor de este personaje. Que el personaje también tenga un conflicto consigo mismo a la vez.

    Me gustaría hacer comedia también. O drama. Esos son los géneros en los que más me gustaría trabajar en un futuro y creo que sé cómo podría sacarles jugo.

    ¿Tenías alguna historia en mente mientras hablabas de tu personaje soñado?

    Sí, es un libro que se llama El guardián entre el centeno y el personaje es un caos. Y eso es un conflicto, pero también es muy humano. Cuando lees el libro también se ve lo humano que es y lo humanos que somos todos. Y lo loco que es a veces ser humano. A veces pensamos algo y en cinco segundos pensamos otra cosa y después damos un brinco y vamos a otra cosa. Somos un poco locos como humanos, pero está bien porque todo el mundo es así.

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