Alguien tiene que morir ya está disponible en Netflix desde el el pasado 16 de octubre, y la nueva creación de Manolo Caro para la plataforma, después de La casa de las flores, está siendo un éxito. El título, que ya se ha posicionado en el número uno del Top de lo más visto en el gigante de 'streaming', consta de tres episodios, sin embargo, su creador había concebido esta historia en un formato diferente: una película.
Durante la ronda de preguntas que compartimos con Caro, Alejandro Speitzer y Ester Expósito, el creador desveló algunos de los secretos del rodaje, así como del proceso de creación de Alguien tiene que morir. ¿Por qué está formado solo de tres episodios? ¿Por qué una miniserie y no una serie al uso? Caro da respuesta a todas esas incógnitas:
El formato final terminó siendo un accidente. Yo había escrito una película, y justo cuando decidimos que iba a ser mi siguiente proyecto en la plataforma, no veía la posibilidad de hacer una serie de ocho o diez episodios. Estaba muy enganchado a una miniserie que se llama 'Very English Scandal' de tres episodios, donde está Hugh Grant, y me di cuenta que la podía fragmentar en tres pasos
Caro, que ha definido al título como "la prima oscura de 'La casa de las flores'", estaba planteada desde un principio como un largometraje. Pero, en su búsqueda de inspiración y creación de la estética de la miniserie, ha encontrado en el tiro al pichón el elemento perfecto para poder desarrollarla de esta manera. "De ahí que los títulos sean: Soltar la presa, Tomar puntería y Apretar el gatillo", ha asegurado el director.
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