¿Qué tiene Gambito de Dama que se ha convertido en la última obsesión entre los suscriptores de Netflix? La serie protagonizada por Anya Taylor-Joy (La bruja, Múltiple) está basada en la novela homónima de Walter Tevis publicada en 1983 y, apenas un par de semanas después de haber visto la luz en la plataforma de 'streaming' el boca-oreja ha hecho de ella una de las series del año 2020. Casi sin avisar.
De hecho, su condición de fenómeno inesperado es el punto de partida de la videocrítica de Alejandro G. Calvo que puedes ver sobre estas líneas, quien se muestra sorprendido "a un nivel industrial" por el éxito de este último súper 'hit' de Netflix. Es decir, por esa "capacidad absoluta que tiene una plataforma de 'streaming' como Netflix para posicionar un producto, ya sea una película o una serie -aunque le que pasa más con las series- como un fenómeno del momento". Cada vez hay más, aunque, claro está, ha cambiado el modo de consumo: "Las series se ven en el momento y se convierten en éxitos muy muy rápido, aunque es verdad que luego se queman muy muy rápido también".
Es increíble la capacidad que ha tenido Netflix para que 'Gambito de Dama' sea un 'hit' indudable de las series de este año sin casi haber hecho ningún tipo de promoción o sin haber empujado la serie de una forma concreta
Estrenada a finales de octubre, Gambito de Dama ha triunfado "gracias a la gente que la ha ido viendo y la ha ido comentando", lo que sin duda hace crecer la bola de nieve de tal forma que se ha convertido en lo más visto de Netflix rápidamente. Según G. Calvo, el asunto no deja de resultar alucinante aún dentro de este cambio de paradigma global que estamos viviendo con el mundo del cine y las series: Ya ni siquiera hace falta una gran campaña de marketing o una gran campaña de publicidad para que Netflix consiga colocar una serie y eso "habla muy bien del poder que tiene la plataforma". Sin embargo, aunque su esfuerzo no ha estado la promoción, sí se ha esforzado obviamente:
Es una serie de Netflix, la ha pagado Netflix, la ha producido al nivel de producción que tiene Netflix para ese tipo de series, que es un nivel muy alto. Es una serie de época, con unos decorados, una ambientación... Y la serie en sí está muy cuidada
Creada por Scott Frank (Caminando entre tumbas, Godless), quien dirige todos los episodios, y por Allan Scott (El cuarto ángel), Gambito de Dama está basada en una novela que, según ha salido a la luz estos días, había sido elegida por Heath Ledger para su debut detrás de las cámaras. El título, para los menos entendidos en el juego de mesa, hace referencia a una apertura de ajedrez que también podrás aprender en que consiste en la crítica.
"Gambito de Dama es un doble cuento": Hay un cuento central que es la historia de Beth Harmon, una chica huérfana con unas aptitudes para el ajedrez absolutamente deslumbrantes y que es el núcleo de los siete capítulos de una hora de duración: "La serie relata cómo pasa de ser una niña huérfana en un orfanato, una niña sola con muchísima rabia dentro y un poco alienada por sus circunstancias personales familiares, a darle un vuelco a su propia vida convirtiéndose en un ajedrecista de primer nivel".
La serie tiene una doble vía: la que la englobaría dentro de lo que vendría a ser cine -o series- de competiciones deportivas que siempre suelen funcionar bastante bien y su condición de melodrama río que sigue a un personaje desde que es una niña hasta que es una mujer adulta
Sobre la primera vía, el hecho de que la competición sea ajedrecística es "otra de las razones para disfrutar como un bestia la serie". Todo lo que tiene que ver con las partidas de ajedrez, desde los campeonatos mundiales a las primeras partidas de la protagonista con el bedel en el primer capítulo de la serie, son "realmente apasionantes y tiene una puesta en escena super interesante". ¿Por qué? "Porque ha habido un estudio bestial por parte de los creadores para que esas partidas fueran reales, es decir, que todas las partidas que se ven en la serie se basan en partidas reales de ajedrez". Así, se cuida hasta el mínimo detalle: Las piezas, con réplicas exactas a como eran a los 50-60, los tableros, cómo se colocaban las piezas... "Hay una rigurosidad tremenda a nivel de producción de lo que vendría a ser toda la parte ajedrecística que al mismo tiempo es una rigurosidad muy curiosa, porque, a la hora de poner en escena las batallas, prácticamente nunca se ve la partida en sí". La partida es insinuada, pero te la crees: "Es interesante, atrayente y tiene muchísima tensión y suspense".
En las partidas de ajedrez, la puesta en escena se centra, sobre todo, en las caras de los personajes, con primeros planos de los personajes, y precisamente es el magistral trabajo de Anya Taylor-Joy, "una de las actrices con más presencia en pantalla", lo que hace que funcione: "Hay actores cuya presencia hace que se convierta en todo el enfoque positivo del plano. Anya lo aguanta perfectamente bien y a veces solamente con la mirada. Es una pasada como se consigue esa tensión solo con primeros planos".
Anya Taylor-Joy es 'Gambito de dama'. Y nos funciona tan bien tanto cuando está jugando al ajedrez como en esos momentos en que está sola. Y tiene un papel dificilísimo, porque es un personaje solitario, bastante castrado emocionalmente. Es un personaje difícil porque es muy hermético en sí mismo
La serie en sí tiene más cosas interesantes, promete Calvo: "La puesta en escena es realmente buena. Puede recordar en sus mejores momentos a la puesta en escena de The Crown y, cuando es muy muy buena y porque al fin y al acabo estamos en los años 50 y 60, tiene momentos de Mad Men. Momentos Peggy Olson. Momentos de reivindicación de esa mujer moviéndose en un mundo que es 100% de hombres". Y, a la vez, resulta interesante que también es una serie de guerra: "La guerra es en el tablero, pero de de trasfondo está la Guerra Fría, que aquí se libra con un campeonato de ajedrez y funciona muy bien".
La primera temporada de Gambito de Dama ya está al completo en Netflix.