La Casa de Papel terminó, pero el espíritu de la serie de Netflix persiste. Al menos, a través de futuras precuelas como el spin-off de Berlín, con Pedro Alonso, y con la recién llegada La Casa de Papel: Corea, remake de la serie original española. Cambia la localización y los rostros detrás de las máscaras y los nombre del Profesor, Tokyo o Denver, pero la esencia sigue siendo la misma.
Parte de la ambición de la serie coreana es mantener las claves de la serie de atracos, pero incorporando elementos de la cultura del país para hacerla más idiosincrática. El cambio más notable está en las máscaras que usan los atracadores, que sustituyen a las de Salvador Dalí de la serie española pero mantienen la idea detrás de ella.
En la española, la cara de Dalí era utilizada para lanzar un mensaje de revolución contra los poderosos, ya que el movimiento dadaísta del artista se caracterizaba por tener una visión anticapitalista de la sociedad. En manos de los atracadores, son símbolos de rebelión de los pobres contra los ricos.
Burlas y danzas folclóricas
Esa idea persiste en las máscaras empleadas en el remake coreano, tomadas directamente del folclore del país que se remonta al siglo XII. Las nuevas máscaras eran empleadas antiguamente en el Hahoe, una danza ritual que es Patrimonio Cultural Intangible de Corea.
A través del baile y las máscaras se hacía mofa de las clases acomodadas y ricas, empleando doce tipos de máscaras con diferentes expresiones faciales -y algunas con posibilidad de mover la boca para simbolizar la libertad de expresión-, que representan diferentes clases sociales.
Las empleadas en la serie son, concretamente, las de Yangban, que representa a los aristócratas. Una clara crítica a los poderosos por parte de los protagonistas, según han explicado los actores de la serie.
En España, la máscara de Dalí se utilizó para enviar el mensaje de libertad, y en Corea, utilizamos la máscara de Hahoe de la zona de Andong, y la máscara de Hahoe tiene cierto significado. Encarna la crítica a los poderosos, y también tiene sentido del humor. Cuando me trajeron la máscara por primera vez, sentí una sensación de poder abrumadora cuando todos los miembros del reparto la llevaban.
La primera temporada de La Casa de Papel: Corea se puede ver a través de Netflix.
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