En la España de los años 1930, la adolescente Tristana se queda huérfana al morir su madre, la sirviente de Don Lope. Don Lope es un aristócrata decadente pero respetado, anticlerical y liberal con principios socialistas y pasa a hacerse cargo de la joven, con la que desarrolla una perversa relación de padre y amante, pues abusa sexualmente de ella de manera regular. Cuando Tristana conoce al pintor Horacio, se enamora de él y abandona la casa de Don Lope. Sin embargo, años más tarde es Horacio quien lleva a Tristana de vuelta a la finca con una enfermedad terminal en una pierna. Logran amputársela y sobrevive; entonces, Don Lope le pide que se case con él. Ella acepta, pero se convierte en una mujer amargada y cínica mientras su marido se lamenta por la forma de la que se comportó en el pasado.