El agrio y corrosivo sentido de la inhumanidad
por Alejandro G.CalvoAdaptación libre del true crime Los asesinos de la luna. Petróleo, dinero, homicidio y la creación del FBI (2019) escrito por David Grann, Los asesinos de la luna es una película nada fácil de analizar. Martin Scorsese la ha escrito ajeno a la cultura de la cancelación que nos han impuesto desde las redes sociales: 3 horas y media de un protagonista insalvable, donde no hay héroes y hay actos abominables.
La película se centra básicamente en tres personajes principales: el Rey Bill Hale (Robert De Niro), su sobrino Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y la esposa osage de este, Mollie Burkhart (Lily Gladstone). Ellos conducen una historia de codependencia en la que Scorsese no tiene ninguna prisa, pero tampoco baja nunca el ritmo. La película avanza como la lava volcánica, llegando a todos los rinconces y empapándolo todo con el agrio y corrosivo sentido de la inhumanidad.
Es una película imposible de comparar. No hay muchos trabajos ni siquiera dentro de la filmografía de Scorsese que se parezcan a Los asesinos de la luna y eso me desconcierta. Hay violencia, dinero y religión, un poco el ADN de su carrera, pero más allá de eso, es difícil encontrar similitudes con otras cintas. No resume la obra de un cineasta octogenario -el director ha pasado los 80- sino que es el resultado de alguien cargado de fuerzas e ilusión por el cine.
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