“Gladiator” es a mi juicio, una de las más grandes y colosales películas del género en la historia del cine. Máximo, general romano de los ejércitos del norte, es traicionado, esclavizado y convertido a la fuerza en un gladiador. Hasta aquí esquematizado es el guión de una cinta dura, noble, épica, a veces sangrienta y colosal como pocas. La historia que en sí es sencilla pero está perfectamente adornada, las escenas encajan como un buen puzzle, está narrada magistralmente y los personajes todos tienen su sitio y su carisma.
Dado que soy un apasionado de la historia de Roma, os puedo decir que está magníficamente ambientada. La batalla inicial es un perfecto ejemplo de como actuaban las legiones romanas en el siglo II d.C. Los uniformes de los legionarios romanos, sus armas y su modo de combatir, están perfectamente ilustrados. La reconstrucción de la antigua Roma, y especialmente el Coliseo, es sencillamente espectacular, la capital del mundo civilizado, una cuarta parte de los habitantes del planeta formaban parte del Imperio Romano.Todo en ella está tremendamente bien hecho, haciendo que te sumerjas en la época de una forma impresionante. Desde la fabulosa batalla inicial hasta el final, la cinta es espectáculo puro, lleno de detalles que la hacen ser una de las grandes.
Con una maravillosa y fiel ambientación de la época la cual hace que te emociones en muchos momentos.
La grandeza de esta cinta no la tenemos sólo en sus espectaculares escenarios y épicas luchas y batallas, sino también en las escenas íntimas entre los personajes que son de una gran carga dramática, de un interés incluso superior al otro plato fuerte del film. La espectacularidad de sus efectos especiales, sus personajes son atractivos y cautivadores, interpretados de manera magistral por los actores que los encarnan, en una trama bien elaborada que raya la perfección. Todo esto viene bien aderezado con una banda sonora que te pone los pelos de punta, posiblemente de las mejores que ha dado el cine, y un sin fin de frases profundas en sus diálogos que quedarán para la posteridad.
Las actuaciones son sublimes, Russell Crowe en el papel de Máximo, se lleva toda la gloria y el reconocimiento del trabajo bien hecho. Al menos bajo mi punto de vista, esta es su mejor interpretación hasta la fecha, ofreciendo al afortunado espectador, la imagen de un hombre atormentado, primero por su responsabilidad y luego por su desgracia, Oscar más que merecido. Joaquín Phoenix no se queda a la zaga, un su papel de Cómodo recrea un personaje ambiguo, ambicioso y que destila maldad por todos los poros de su piel, llegas incluso a "odiarlo". Connie Nielsen está fabulosa, con una actuación bastante creíble. Y para finalizar Richard Harris, que decir de él, siempre es un gusto verlo en la gran pantalla.
En definitiva, una de las películas de culto del siglo XXI, épica e inolvidable, una de las grandes obras del género. Embriagadora, apasionada, con garra, con empaque, con diálogos llenos de humanidad, celos, crueldad, justicias e injusticias, complejidad, simpleza y profundidad. Nos habla sobre la crueldad, el poder, la codicia y el rencor, la bondad, la compasión y de plena ambientación histórica. Un film que quedará marcado en la historia del séptimo arte, gracias Ridley Scott por regalarnos esta reliquia.