Opiniones sobre Competencia oficial

Película española del 2021, de una duración de 114 minutos, con una valoración de 5/10, bajo dirección de Gastos Duprat y Mariano Con y guión de Andrés Duprat. Comedia Satírica.

En la película de Mariano Cohn y Gastón Duprat se les ve que han sentido cómodo vagando por la fina línea que separa unas pulsiones de las otras. Actitud post-humorística (en la decisión de querer reírse de aquello que en principio no debería ser gracioso) empleada de nuevo para mirarse al espejo. Total, que la dupla argentina vuelve a burlarse de su propio reflejo.

El lagometeaje es una sátira meta-fílmica satirica que retrata el proceso de gestación de la que está destinada a ser una de las mejores películas de la Historia (la razón por la que, recordemos, el rico empresario será reconocido por los siglos de los siglos). La producción, como otras muchas hermanadas en el método de concepción, se justifica en la glotona aglutinación de talento. Se trata de la adaptación para la gran pantalla de una prestigiosa novela de un Premio Nobel de Literatura, dirigida por la realizadora más reputada de la autoría internacional e interpretada por los actores más famosos de la escena mediática y experimental.

Cohn y Duprat repiten con Oscar Martínez (en Ivan Torres un egocentrico maestro de la interpretacion), en su primera vez con Antonio Banderas (Félix Rivero un altivo triunfador internacional), y Penélope Cruz (en Lola Cuevas una extravagante directora lesbiana). Esta última, por cierto, aquí bien podría ser una suerte de alter ego de Lucrecia Martel. Como el productor en la vida real nos acerca Jaume Roures, magnate catalán destinado a poner su nombre en alguna avenida barcelonesa, a razón de sus más o menos peregrinas aventuras de varios tipos.

Todos los elementos, dentro y fuera de la pantalla, hacen lo posible para mezclarse los unos con los otros. De hecho, Competencia Oficial está trufada de escenas en las que la toma general coexiste con el primerísimo primer plano, y en las que los personajes se confunden con los de al lado… mientras sus acciones se empeñan en burlarse, una y otra vez, de la barrera que separa la ficción de la realidad. su dirección se le ve
en su salsa, encarando en un histronismo burlon y patetico, sin pensar demasiado en las implicaciones de sus actos… o ni tan siquiera en el por qué los están perpetrando.

Cine de situaciones que en realidad son viñetas. Un gag nos lleva a otro, sin demasiada voluntad de tocarse con el siguiente, o con el que venía antes. El filme tiene el encanto pero también el engorro de la puerilidad, la de esas mentes infantiles incapaces de distinguir las causas de las consecuencias; los crímenes de sus posibles castigos. Extravagancias que nos enseña una trituradora engullir preciadísimos galardones cinematográficos internacionaled con sus fauces metálicas; una directora bailando el nuevo baile de moda en TikTok, dos famosos actores jugarse el pellejo bajo una roca “damoclesiana” de un par de toneladas de peso, confundir ruidos con musica y todo eso ser encuadrado como si fuera cliches de una elite.

El guión se pasean por los no-espacios de la creación artística, dirigiendo nuestra mirada hacia sus vacíos rincones, sin mucho que decir con dicho gesto; simplemente apuntando hacia lo que puede despertar la risa primitiva, simple, efímera. Bien pensado, en la manera que tiene el argumento de auto-boicotearse a sí mismo a la hora de tirar las bromas a destiempo, en la tosca dirección actoral, o en la repetida incisión en golpes de efecto que se ven venir a la legua, se puede intuir el que quizás sea el verdadero chiste magistral del conjunto. El que de algún modo lo justificaría todo.

Es compleja la tarea de elaborar una sátira. Existe el delicado equilibrio entre el comentario punzante y caer en el ridículo. Cruzar la línea que separa lo uno de lo otro puede derivar en que la pieza se convierta en una insalvable banalidad, en una anécdota vacía. Los productores argentinos son veteranos en dicha tarea, pero puede que hayan sido imprecisos en sus cálculos esta vez. Competencia oficial es su nuevo acercamiento al acto de creación artística y, sobre todo, a la temática que más les interesa: la pantomima de todo aquello que lo envuelve.
En esta ocasión fijan su aguda mirada en el universo de la cinematografía y los procesos actorales a lo largo de la gestación de un filme. Duprat y Cohn reflexionan así acerca del mundo del estrellato desde su habitual humor desgarrado, de carcajada incómoda y mueca desubicada.
La se basa, por una parte, en la sospecha legítima de que el mundo del «artisteo» está lleno de gente con actitudes absurdas. Por otra, en que el enfrentamiento de carácteres opuestos es un motor humorístico en sí mismo, cosa que los autores explotan hasta la saciedad. Y, finalmente, se basa también en presuponer que por acumulación una retahíla de gags individuales conforma un conjunto estructurado. Con lo que no cuenta la película es que la última de estas afirmaciones no termina de consumar del todo.
Es bastante evidente que la forma en que Duprat y Cohn construyen la sátira es a golpe de skit, lo cual no es negativo per se, pero no todos resultan igual de eficaces. El ciudadano ilustre también tenía una estructura similar, pero Salas, el pueblo en el que se localizaba su trama, añadía un sinfín de elementos con los que hacer respirar la sátira.

El argumento da círculos sobre sí mismo y se dispersa cuando abandona el foco de la rivalidad central. Queda, por ejemplo, mucho menos desarrollado el papel de la directora, partícipe de la trama central pero complemento de ella, en la mayor parte. Por no hablar del personaje que interpreta Irene Escolar, en el que claramente reside algún tipo de comentario sobre la generación millennial, pero que está tan poco medido que la balanza se vuelca hacia el lado del ridículo en todos los instantes en los que se la muestra. Es cierto que, cuando actores de la talla de Penélope Cruz, Antonio Banderas u Oscar Martínez se dejan poner en ciertas circunstancias, fuera de sus elementos habituales, existe una hilaridad intrínseca que es un valor cómico a tener en cuenta. Viendo el filme se le puede presumir que hubo jarana en el set de rodaje. Esa diversión traspasa la pantalla, se siente en sus inflexiones al soltar líneas de diálogo especialmente elocuentes.

Sería injusto tildar el filme de yerro absoluto, pero sí que cuenta con una falta de mesura considerable, lo cual hace que el resultado zozobre. La propuesta se desencaja especialmente en su tramo final, en el que se incluye un tono dramático que no acaba de cuajar, negado por su condición satírica. Que la guinda final, con su guiño interno a los festivales de cine, parezca la conclusión de una fábula tampoco ayuda. En una propuesta que tan claramente se dedica a diseccionar las actitudes de un star system hinchado, no hay cabida para el chascarrillo moral. La sensación última es que en el fondo se considera legítima para realizar dicho comentario, en vez de dar el último paso y aceptar que en la pantomima estamos todos metidos.

Una exposición teatral llevada al cine de manera inteligente y felizmente interpretada por todo su elenco, mas excesivamente larga. La Pe, preciosa (y no es machismo). Produce la empresa de Jaume Roures, Mediapro, dueño también del canal de tv "Gol Tv".

Celuloide con un libreto muy dialogante y que no desentonaría en un escenario teatral, ya digo; y que gustará a quien le guste el arte de la farándula🎭. ¡Ah, una última cosita! De comedia -como dicen-, en mi estimación, "nasti monasti". .ESCÉNICA. .2️⃣/5. ..PICARD..

Mala de solemnidad. Un insulto al público. Banderas sobreactuado y Cruz haciendo de Penelope Cruz, una vez más como últimamente.
Se supone que es una comedia. Ni un atisbo de mueca en mí. Miré el reloj constantemente para saber cuánto quedaba.
Salvo los últimos 10 minutos, no vale NADA.

Es una película amena y divertida. He llevado a mi madre al cine y le ha gustado mucho.Hemos pasado un buen rato.

Bueno … no es aburrida pero me esperaba una comedia más divertida . Le doy un 6 … Banderas y Penélope normalit@s.

Una película diferente y atrapante que va calentando motores, carretea y despega con arte y soltura, en una muy buena mezcla de buenas actuaciones, dirección, producción, edición, sonido, ambientación y vestuario.

Esto es la mejor peli que e visto nunca su grata desempeño es una locura Antonio banderas es muy haciendo de cartero y las escenas donde sale el Batman de willyrex es una locura espero que saquen nft de esta peli se harían millonarios

Mala, por no decir muy mala. De principio a fin para hacer esto no hacen falta ayudas del gobierno.

Aburrida de cojones, Banderas sobreactuado, Penélope no se merece este papel, no la recomiendo para nada

No puedo llegar a entender como Oscar Martinez se haya prestado a realizar semejante BODRIO. No es mala es malísima