Después de la estupenda “Raya y el último dragón” tenía ganas de ver esta nueva propuesta de Walt Disney Animation Studios.
Ambientada en Colombia, la trama parte de algo que está realmente trillado: La oveja negra de la familia. Apoyado en un argumento que narra cómo la familia Madrigal obtuvo ciertos dones gracias a los sucesos con los que empieza la película.
Disney va muy a lo seguro en esta cinta, sabe lo que a la gente le gusta y vuelve a hacerlo, entregando una propuesta tremendamente colorida, con un mensaje positivo y con una animación realizada por ordenador realmente impresionante, no cabe duda.
Es en el planteamiento donde creo que la película falla. Sin contar que es algo que hemos visto ya muchas veces, hay inconsistencias en un guion que arriesga poco o nada. Muchos de los personajes presentados son o muy planos o carentes de cualquier tipo de profundidad. Es más, diré que la propia casa tiene más “encanto” que varios de los miembros de esta familia.
Mirabel, la absoluta protagonista, asume el papel de la típica niña “marginada” que deberá hacerse un hueco dentro de su propia extirpe.
Como digo, es una película que, pese a la majestuosidad de su apartado técnico, parece hecha por hacerse, puesto que no entrega nada nuevo y a la que le pasan factura algunos fallos más que ahora detallaré:
Ya he mencionado el problema de sus personajes, poco relevantes realmente y con una falta importante de introspección. A esto le sigue un exceso de números musicales que si bien pretenden hacer avanzar esta historia, a veces pecan de ser irrelevantes más allá de darle el momento de protagonismo al personaje al que acompañan. No hay ningún tema que se me haya quedado grabado como en otras ocasiones, excepto uno.
Otro problema creo que es el doblaje al español. Se nota muchas veces (sobre todo en las canciones) que la letra está manipulada con respecto a su versión original para así poder encajar en el tempo de los diálogos o de las propias canciones, siendo torpe y diciendo cosas muy “absurdas”.
Y el último gran fallo que veo es que está ambientada en Colombia porque te lo dice la sinopsis, puesto que podrían haber dicho que se desarrolla en Puerto Rico y me lo habría creído igualmente, ya que no hay nada que sea definitivamente colombiano excepto algunos diálogos o el tremendo estereotipo del niño adicto al café.
En resumen diré que entretiene, que tiene una animación realmente espectacular, que hay números musicales que molan y que el mensaje positivo “made in Disney” ahí está. Pero la cinta ciertamente arriesga poco o nada, donde podría haber ido mucho más allá en varios aspectos y donde sus personajes están poco trabajados. Hay veces que quiere ser “Coco” (2017), fracasando estrepitosamente en el intento y haciendo aún más grandioso aquel filme al mismo tiempo que deja claro que Pixar aún juega en otra liga. Me quedo con “Raya y el último dragón” de este mismo 2021.