Jess (Jennifer Garner) y Bill Walker (Ed Helms) se sacrifican por completo por su familia, a pesar de que sus dos hijos (Emma Myers y Brady Noon) se van haciendo mayores y cada vez quieren tener menos trato con sus padres. Cuando un día conocen por casualidad a una adivina, al día siguiente reina el caos más absoluto. Todos han cambiado de papeles: los padres son ahora los hijos y los hijos los adultos. Y precisamente el día más importante de sus vidas. Así que los Walker tienen que unir fuerzas para superar con éxito un ascenso, una entrevista de trabajo en la universidad, la firma de un contrato discográfico y una prueba para un equipo de fútbol.