Un misterioso extranjero desciende de un tren en una pequeña ciudad. Este individuo de rostro marcado, que tiene como único equipaje una bolsa de viaje, entra en una farmacia que está a punto de cerrar para comprar aspirinas. Allí conoce a un profesor de francés jubilado que le ofrece ir a su casa a por un vaso de agua. A pesar de ser totalmente diferentes, simpatizarán enseguida y cada uno se dará cuenta de que habría querido vivir la vida del otro. El antiguo profesor soñaba con ser aventurero, mientras que el viajero se imaginaba a sí mismo llevando una vida sedentaria.