Comedia romántica convencional
por Virginia MontesTras dirigir Crueles intenciones y su innecesaria secuela, Roger Kumble se permitió el probar a ser el alumno aventajado de los hermanos Farrelly en La cosa más dulce mediante el trabajo del humor soez llevado a su extremo y, en Solo amigos, película con Ryan Reynolds, Amy Smart y una enloquecida Anna Faris (que acaba siendo lo mejor de una película), que sorprendentemente se alza por encima de la media de comedias de su corte aunque no aporte en realidad nada al género ni pueda considerarse como relevante.
Pero para ello uno debe de centrarse en los momentos entre Reynolds y Faris, los mejores, y olvidarse en la medida posible de lo rutinario de la puesta en escena y de un guion escrito, al menos esa es la impresión que transmite, a base de ideas preconcebidas. Entre ellas se cuelan algunos momentos suficientes para sacar hacia delante la película, lo cual no es poco dado que, a priori, la propuesta provoca rechazo.
A favor: Reynolds y, sobre todo, Faris.
En contra: Que al final acaba siendo tan convencional como era de esperar.