Un Caso Francés es una serie antológica de crimen cuya primera entrega se trata el trágico asesinato del niño de cuatro años Grégory Villemin, el mismo que fue secuestrado de su casa en Lépanges sur Vologne en 1984.
Este caso fue uno de los más mediáticos y no resueltos de los últimos años en Francia, del que ha pasado varias condenas, giros judiciales y avances en materia de ADN. El asesinato del pequeño sigue sin resolverse hoy día y ha cautivado a la opinión público y a los medios de comunicación franceses durante estas últimas tres décadas.