En 1963 el Padre António Vieira es llamado a Coimbra, en Portugal, para comparecer ante el Tribunal del Santo Oficio, la terrible y temida inquisición. La combinación de intrigas cortesanas y un pequeño malentendido han debilitado la posición del ilustre jesuita, amigo del entonces recién fallecido rey Joao IV. Ante los jueces, Vieira hace un ...