Se puede decir que Bruno Barreto nació cineasta, ya que conoce la cámara desde pequeño, cuando realizó varios cortometrajes (sólo tenía once años cuando hizo Os três amigos, que obtuvo el premio al mejor director joven en el Festival Brasileño de Films Amateurs). Esta vocación precoz produjo el mayor éxito del cine brasileño de todos los tiempos: Dona Flor e seus dois maridos (Doña Flor y sus dos maridos, 1978).