Ha demostrado que en Hollywood el tamaño no se tiene en cuenta. El actor, que pesa 138 kilos y mide 1,97, no encaja exactamente con las normas hollywoodienses, pero no parece tener problemas en encontrar papeles.
Ha trabajado en la primera temporada de la aclamada serie de Fox "Prison Break". Se ha convertido en un favorito de los telespectadores por su papel en la serie de ABC "My Wife and Kids", con Damon Wayans.
Debutó en la gran pantalla con Meteor Man, de Robert Townsend. Tuvo pequeños papeles en Equipo a la fuerza y El hombre sin sombra, con Kevin Bacon. Su gran oportunidad llegó durante el rodaje de Un domingo cualquiera, de Oliver Stone, cuando el director le pidió que improvisara una escena con el oscarizado Al Pacino.