Después de acabar sus estudios prueba en varias disciplinas artísticas, trabaja como editor independiente en Hollywoo, hace cortometrajes y crea una empresa de vídeo.
El rodaje del cortometraje ‘Winston’, el permite financiar, en 1989, ‘Sex, Lies and Videotape’, una visión muy audaz de la vida amorosa y sexual, por la que se alzó con la Palma de Oro. Tentado por el cine comercial, prefiere seguir trabajando en proyectos más ambiciosos desde el thriller existencial ‘Kafka’ (1991) hasta el drama, ambientado en plena Depresión, ‘El rey de la colina’ (1993), pasando por el cine experimental en ‘Schizopolis’ (1996).
Soderbergh sigue la trayectoria de un cine más tradicional en ‘Un romance muy peligroso’ , con George Clooney y Jennifer Lopez, y en ‘Traffic’ (2001), una radiografía desesperada del mundo de las drogas.
En 2000, logra su primer gran éxito gracias a ‘Erin Brockovich’, protagonizada por Julia Roberts. El realizador se precipita hacia el cine de acción, pero con clase con ‘Ocean’s Eleven’ y sus secuelas, ‘Ocean’s 12’ y ‘Ocean’s 13’, todas ellas con George Clooney como protagonista. Con el actor se reencuentra en ‘El buen alemán’, un thriller romántico que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial.
Después de completar su ambicioso díptico sobre la figura del Che Gevara, encarnado por Benicio del Toro, regresa al cine experimental con ‘The Girlfriend Experience’, retrato de la actriz porno Sasha Grey. Poco después dirige a Matt Damon en ‘¡El soplón!’, basada en un escándalo financiero con un punto cómico.