Asistió a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en los 80s, estudió danza contemporánea, ballet clásico, acrobacia, técnicas circenses, clown, y danza butoh, además de actuación. Así que no sorprende que sus primeros trabajos en el entretenimiento fueran como bailarín en diferentes compañías.
Desde el comienzo de su carrera, Muñoz buscó la manera de combinar sus diferentes disciplinas para crear un nuevo lenguaje escénico, en los que pudiera hacer uso de la emoción y el movimiento como armas de expresión. Trabajó con ese fin en diversas compañías teatrales.
Gustavo Muñoz murió el 7 de marzo de 2004, dos semanas después de terminar su papel en Voces Inocentes.