Es una de las actrices suecas más conocidas. La audiencia internacional la conoce gracias a su papel como madre de Darth Vader en Star Wars episodio I: la amenaza fantasma, papel que repitió en el episodio II. Trabajó a las ordenes de Ingmar Bergman en Fanny y Alexander y desde entonces ha colaborado con el director del Dramaten de Estocolmo. En 1992 consiguió el Premio a la Mejor actriz en Cannes gracias a su papel en Las mejores intenciones. En 1996 tuvo papel protagonista en Encuentros privados, de Liv Ullmann.