Su primer contacto con el cine se produjo en 1995, cuando lleva la producción en Salamanca del cortometraje de Chema de la Peña, Lourdes de segunda mano. En 1996 se traslada a Madrid como director de producción de Pérez y Donato, una serie de animación de Pablo Llorens, y trabaja en Airbag, de Juanma Bajo Ulloa. Ese mismo año dirige su primer corto en 35 mm En Madison siempre es lunes, con el que obtiene el Premio Luis Buñuel de Cinematografía en 1997.