El cine de Jafar Panahi ha sido descrito a menudo como neorrealismo iraní. Poco importa cómo se clasifique su poderoso trabajo, pero el contenido profundamente humanista de sus películas es innegable. Es un cine urbano, contemporáneo, donde abundan los detalles de la vida.
El Festival de Venecia le otorgó el León de Oro en 2000 por El círculo, un drama acerca del dilema al que se enfrenta la mujer moderna en Irán. Ganadora del Premio Película del Año de FIPRESCI, fue escogida entre las diez mejores del mundo por la crítica internacional.
Debutó en 1995 con El globo blanco, ganadora de la Cámara de Oro en el Festival de Cannes. En 1997, El espejo ganó el Leopardo de Oro del Festival de Locarno, confirmando al joven director. Talaye sorkh (Oro carmesí) fue seleccionada para "Una cierta mirada" del Festival de Cannes, ganó el Premio del Jurado y fue muy aclamada por la crítica.