Aunque nació en Inglaterra sus padres se trasladaron a Estados Unidos cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial. Desde muy niña se introdujo en el mundo del celuloide y a los doce años con "National Velvet" alcanzó la fama, si bien desde los diez años había empezado a trabajar en el cine.
Sus impresionantes ojos violestas y su belleza le abrieron muchas puertas. Su carrera estuvo marcada por varias etapas: en la primera de ellas (años 40-principios de los 50) sus papeles estuvieron ligados a la transición de niña a mujer que la propia Elizabeth vivía ("Mujercitas", "El padre de la novia", etc).
La segunda etapa la presentaría como una mujer seductora y despampanante ("La gata sobre el tejado de zinc", "La mujer marcada",...).
Hasta 1960 no obtuvo su primer Oscar por "La mujer marcada". La fama le remitió contratos millonarios pero poca calidad en las producciones. Su renacimiento llegó con el papel en "¿Quién teme a Virginia Wolf?", al lado de uno de sus maridos, Richard Burton (Elizabeth Taylor se ha casado en ocho ocasiones, dos veces con Richard Burton), y que le supuso su segundo Oscar.
En 1992 la Academia le otorga una tercera estatuilla especifica por su labor de ayuda a los enfermos de SIDA (actualmente preside una asociación de estas carácterísticas).
Fue nominada, siempre en la categoría de mejor actriz por otras tres películas: "El árbol de la vida", "La gata sobre el tejado de zinc" y "De repente el último verano".