Reconocida como una de las vocalistas más emocionantes de la escena danesa, Caroline entró en el mundo de la música por la puerta más difícil, la del jazz. Empezó como cantante en varios grupos hasta que formó el suyo propio, Taxi, con el que recorrió Europa. En 1989 pasa a formar parte del grupo Ray Dee Ohh, con el que grabó discos con gran éxito de ventas.