Después de una productiva carrera como cortometrajista, Santiago Lorenzo filmó un cuento perverso para niños mayores: Mamá es boba (35mm. 1998)
Producida de forma casi artesanal, Mamá es boba fue considerada por diversos críticos como una de las películas más originales, arriesgadas e insólitas jamás creadas en España. Recibió el premio del público y mejor interpretación en Alcalá de Henares y fue nominada al premio Fipresci en el Festival Internacional de Londres.
A pesar de una limitadísima distribución en salas, Mamá es boba se ha convertido en una obra de culto y referente para otros cineastas como Alex de la Iglesia o Santiago Segura.
Un buen día lo tiene cualquiera es el segundo largometraje de Santiago Lorenzo.