Tras comenzar su carrera interpretativa sobre las tablas, François debutó en la gran pantalla en la película de Alain Cavalier Martin & Léa, y se ha convertido en uno de los secundarios más queridos del cine francés tras trabajar con Claude Chabrol, Pierre Jolivet y Guillaume Canet entre muchos otros. Se llevó un premio César al Mejor Actor secundario (con Ma Petite Entreprise). Su prolífica carrera -con una media de tres películas al año- se divide entre el cine y el teatro.