Padre de Michael Douglas (actor), Joel y Eric Douglas (asistentes de producción) y Peter Douglas (fotógrafo).
Sus padres, judíos rusos, emigraron a Estados Unidos en 1910. Se las arregló como pudo para financiar sus estudios en Academia Americana de Arte Dramático. Dio sus primeros pasos en el teatro en 1941 y consiguió su primer papel en la película ‘El extraño amor de Martha Ivers’ (1946) de Lewis Milestone. Un papel que consiguió gracias a su amiga Lauren Bacall que le propuso para el casting. En 1949, Kirk Douglas logra su primer papel importante en ‘El ídolo de barro’ de Mark Robson, en la que interpreta a un boxeador y por la que obtuvo su primera nominación al Oscar como Mejor Actor. Un año después protagoniza ‘El trompetista’ (1950) de Michael Curtiz.
Esta nominación vendrá seguida por otras dos. Una por ‘Cautivos del mal’ (1952) y otra por ‘El loco del pelo rojo’ (1956) -en la que interpreta a Vincent Van Gogh-, ambas a las órdenes de Vincente Minnelli. Su interpretación del famoso pintor le valió el Globo de Oro al mejor actor dramático.
Pronto Kirk Douglas se encuentra con Burt Lancaster, con quien compartirá cartel en siete largometrajes. La primera vez que coincidieron en la gran pantalla fue en 1948 en el filme ‘Al volver a la vida’, en la que Lancaster da vida a un ex convicto que se reencuentra con su antiguo cómplice (interpretado por Douglas). Juntos trabajaron en películas de diferentes géneros, como el western ‘Duelo de titanes’ (1957), la comedia de aventuras ‘El discípulo del diablo’ (1959), la comedia policíaca ‘El último de la lista’ (1963) y el thriller de espías ‘Siete días de mayo’ (1964). En 1976 se reúnen en la película para la televisión ‘Victoria en Entebbe’, y en 1981 lo hacen en el teatro en la obra ‘The boys of autumn’. Su última colaboración se produjo en 1986, en la cinta de Disney ‘Otra ciudad, otra ley’.
Al igual que su compañero Lancaster, Douglas tiene un físico inconfundible que le vale para conseguir papeles de personajes despreciables en películas como ‘El gran carnaval’ (1951), de Billy Wilder; pero también personajes llenos de vida como en ‘Primera Victoria’ (1965), de Otto Preminger, y no sólo gracias a su hoyuelo en la barbilla. Douglas es un atleta y por ello elige sus papeles en consecuencia: da vida a un cazador atrapado en un duelo amoroso por una hermosa mujer india en ‘Rio de sangre’ (1952), de Howard Hawks; un arponero canadiense en ’20.000 leguas de viaje submarino’ (1954), de Richard Fleischer; un héroe mitológico en ‘Ulises’ (1954), de Mario Camerini, e incluso un villano tuerto en ‘Los vikingos’ (1958), de Richard Fleischer. Con estos papeles se va ganando la aceptación del público. Gracias a su éxito en 1954 decidió fundar su propia productora, Bryna productions, más tarde Joel Production. A través de ella, produjo dos películas de Stanley Kubrick, que también protagonizó, ‘Senderos de gloria’ (1957) y ‘Espartaco’ (1960), ganadora de cuatro Oscar. Douglas protagoniza cinco años después ‘Los héroes de Telemark’.
En 1960, va en contra de la famosa lista negra de Hollywood al insistir en que el guionista Dalton Trumbo apareciera en los títulos de crédito de ‘Espartaco’ (utiliza un seudónimo desde 1947). Posteriormente, Douglas contratará a Trumbo para dos de sus producciones ‘El último atardecer’ (1961), de Robert Aldrich, y ‘Los valientes andan solos’, de David Miller. En la segunda, da vida a uno de los últimos vaqueros, que se niega a aceptar que los tiempos han cambiado. En su autobiografía, El hijo del trapero, el actor admite que este es su papel favorito. Todavía en los años ’60 participa en ‘¿Arde París?' (1966), interpretando al general Patton. Comienza los años ’70 reencontrándose con Joseph L. Mankiewicz (después de ‘Carta a tres esposas’ en 1949) en ‘El día de los tramposos’ (1970), un western sobre la naturaleza humana; y se pone, por primera vez, a las órdenes de Elia Kazan en ‘El compromiso’, en la que interpreta a un hombre que desecha su cómoda vida para dar sentido a su existencia.
Kirk Douglas mantiene un gran interés por el teatro. Es el primer actor en interpretar el role protagonista en la obra Alguien voló sobre el nido del cuco en 1963. Llega incluso a adquirir los derechos de la pieza pero no puede producirla en esa época, así que se los cede a su hijo Michael que producirá en 1975 la adaptación cinematográfica firmada por Milos Forman. El actor también prueba en el campo de la dirección con ‘Pata de palo’ (1973), un auténtico fracaso comercial. Dos años más tarde lo vuelve a intentar con ‘Los justicieros del Oeste’.
Al igual que otras estrellas de la edad de oro, su carrera sufre la revolución de la industria que tiene lugar en 1970. Su simpatía por el “nuevo Hollywood” le lleva a ser el protagonista de dos películas de Brian De Palma, ‘La Furia’ (1978) y ‘Una familia de locos’ (1980). Pese a conseguir un papel significativo en ‘El final de la cuenta atrás’ (1980) de Don Taylor, en esta década su carrera no tendrá el mismo éxito que en la anterior. Después de hacer varias películas para la televisión y otras para la gran pantalla que pasaron desapercibidas, las actuaciones de Kirk Douglas comienzan a disminuir. Una tendencia que se acentúa en los ’90 tras una serie de sucesos trágicos en su vida. En 1991 sobrevive a un accidente de helicóptero en el que fallecieron dos personas, y tres años más tardes sufre un infarto cerebral. Pese al ataque de corazón que padece en 2001, se atreve a actuar junto a su hijo Michael y su nieto Cameron Douglas en ‘Cosas de familia’ (2003). Hace su última aparición en la gran pantalla en la película ‘Diamantes’ (2004), junto a su gran amiga Lauren Bacall.
Su contribución al cine fue reconocida internacionalmente con el César de Honor en 1980; un Oscar honorífico por su carrera en 1996, y un Oso de Oro honorífico en el Festival de Berlín en 2001.