Después de su decisivo papel en la trilogía de American Pie, Jason Biggs se convirtió rápidamente en uno de los jóvenes actores más comentados de Hollywood. Los tres filmes juntos generaron una recaudación de más de 350 millones de dólares (aproximadamente 267 millones de euros) solamente en los Estados Unidos y contribuyeron definitivamente a hacer de Biggs una cara muy conocida en la industria del celuloide.
Oriundo de Hasbrouck Heights, Nueva Jersey, Biggs empezó a actuar a la edad de cinco años haciendo anuncios para la televisión y trabajando como modelo infantil. A los trece años realizó su debut en Broadway junto a Judd Hirsch en Conversaciones con mi Padre, obra que fue recibida con muy buenas críticas. Otras actuaciones en Broadway incluyen la producción estadounidense de El Graduado junto a Kathleen Turner. Recientemente hemos podido ver a Biggs en los teatros de Nueva York en Modern Orthodox de Daniel Goldfarb, junto a Craig Bierko y Molly Ringwald.