Hijo del actor Baruch Lumet, Sidney Lumet crece en un entorno de artistas. A los 4 años, acompaña a su padre al Teatro Yiddish de New York, y más tarde estudiaría en la Escuela Profesional para Niños de Nueva York. Durante quince años actúa en el teatro, pero también hace algunos papeles en la radio y de vez en cuando en la gran pantalla. En 1947 funda uno de sus primeros talleres en Broadway, a través del cual puso en escena algunas obras de vanguardia. A pesar de ello, Sidney se da a conocer gracias a la televisión.
En 1951 se inicia como director en la serie ‘Crime Potographer’, y más tarde dirige varios capítulos de series como ‘Danger’ y ‘You Are There’. Después de haber realizado más de 200 capítulos para la CBS, en los años ’50, la edad de oro de la televisión, debuta en el cine con ’12 Hombres sin piedad’ (1957). Esta película, al igual que otras como ‘Supergolpe en Manhattan’ (1971), ‘Serpico’ (1973) y ‘Network, un mundo implacable’ (1976) –sátira de un pequeño mundo regido por los índices de audiencia y la publicidad-, llevan aún su sello televisivo.
También se inpsiró en el teatro en algunas de sus adaptaciones cinematográficas. Desde Chekhov con ‘The Sea Gull’ (1968), hasta Tennessee Williams con ‘Piel de serpiente’ (1960), pasando por Arthur Miller con ‘Vu du pont’ (1962) y Eugene O'Neill con ‘Larga jornada hacia la noche’ (1962).
Los problemas sociales son otro de los temas centrales de varios de los filmes del cineasta. Sobre todo en algunas de sus cintas policíacas como ‘Supergolpe en Manhattan’, ‘Tarde de perros’ (1975), ‘Serpico’, ‘El príncipe de la ciudad’ (1981), ‘Veredicto final’ (1982), ‘A la mañana siguiente’ (1986), en las que dibuja meticulosa y opresivamente, y analiza las turbias relaciones de la policía con los bajos fondos. En los años ’90, la carrera del directo experimenta un ligero descenso. Prueba de ello es el decepcionante remake de ‘Gloria’ (1999) con Sharon Stone.
En 2001, regresa a la pequeña pantalla con la serie de televisión diaria ‘Los juzgados de Centre Street’. Después de cuatro años alejado del cine vuelve con la cinta ‘Declaradme culpable’, presentada a competición en la Berlinale de 2006. El mismo año, el Festival de Cine Americano de Deauville le rinde homenaje por su labor como director y su carrera.