Distinguido licenciado del Instituto Norteamericano del Cine, pasó varios años en Hawaii antes de mudarse a Australia, donde transcurrió la mayor parte de su infancia. En 1996, de regreso en los Estados Unidos para proseguir su carrera cinematográfica, Seamus se abrió camino desde abajo en el departamento de iluminación, trabajando en centenares de anuncios, vídeos musicales y largometrajes.
Fue diseñador de iluminación del famoso fotógrafo Steven Klein durante tres años, creando una apariencia que impuso un nuevo nivel en la fotografía de modas. Seamus comenzó a ser reconocido como director de fotografía a finales de los noventa, rodando un cortometraje que consiguió un Premio de la Academia® para Estudiantes, y que fue la primera de una serie de películas que cosecharon premios en festivales de todo el mundo, incluidos el de Cannes y el Sundance.