A los 20 años, Dennis Quaid abandona la escuela de Arte Dramático de Houston para irse con su hermano Randy Quaid a Los Ángeles para acudir a algunos castings. Consigue pequeños papeles en ‘Crazy Mama’ (1975), de Jonathan Demme y ‘Nunca te prometí un jardín de rosas’ (1977). Pero es en 1979, cuando consigue un papel importante en la gran pantalla en ‘El relevo’, de Peter Yates.
En 1983, encabeza el cartel de ‘Tiburón 3’ y ‘Elegidos para la gloria’, en la que interpreta a un astronauta y por la que se da a conocer entre el público. Su sonrisa encantadora, su considerable estatura y su lado rebelde le llevan a ecarnar roles de detective seductor en ‘Querido detective’ (1986); de rockero loco (Jerry Lewis) en ‘Gran bola de fuego’ (1989), y de piloto en ‘El chip prodigioso’ (1987).
A principios de los ’90 sus problemas de drogas le impiden que su carrera se desarrolle con normalidad. Pero a comienzos de la década de los 2000 se nota la madurez del actor que prefiere papeles más tranquilos. Interpreta a un jugador de fútbol americano en el ocaso de su carrera en ‘Un domingo cualquiera’ (2000) y a un bombero que se comunica con su hijo desde el más allá en ‘Frenquency’ (2000).
Tras recuperar la confianza de los estudios protagoniza el film apocalíptico ‘El día de mañana’ (2004), ‘El vuelo del Fenix’ (2004), ‘En el punto de mira’ (2008), ‘G.I. Joe’ (2009) y ‘Footlose’, remake de la cinta musical de los ’80.