Tras graduarse en la Academia del Cine y la Televisión de Munich en 1973, Bernd Eichinger fundó su primera productora, Solaris Film, e inició una carrera que cambiaría el curso de la industria del celuloide alemán. Sus primeras producciones llamaron la atención internacional de una serie de "nuevos realizadores alemanes", como Wim Wenders (FALSO MOVIMIENTO), Edgar Reitz (LA HORA CERO), Hans W. Geissendörfer (DIE GLÄSERNE ZELLE) y Wolfgang Petersen (LA CONSECUENCIA).
En 1979, Eichinger asumió la dirección de Constantin Film, la productora y distribuidora con sede en Munich que ha conseguido llevar hasta una posición de privilegio en la industria cinematográfica mundial.