Nacido en el seno de una acomodada familia judía, abandona sus estudios para dedicarse a ejercer el periodismo. Desde joven su pasión es el teatro y, tras una breve etapa como crítico teatral, en 1919 debuta como actor y director. Con ocasión del plebiscito del Sarre, al final de la Gran Guerra, elige la nacionalidad francesa, pero durante los años veinte dirige más de cien espectáculos en teatro y ópera en Alemania, Austria y Suiza. Mientras dirige su propia compañía teatral en Berlín, el éxito del sonoro le acerca al cine y, después de una breve experiencia como ayudante de dirección de Anatole Litvak, en 1931, realiza su primera película. Durante dos años simultanea teatro y cine, pero el éxito de La novia vendida (Die Verkaufte Braut, 1932), brillante adaptación de la ópera cómica de Bedrik Smetana, y en especial Amoríos (Liebelei, 1933), adaptación del drama de ...
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