Nacido en una familia judía de Nueva York, Stanley Kubrick creció en el Bronx. Su padre, Jack, médico de profesión, le inculcó su pasión por la fotografía. Así se convirtió en el más joven fotógrafo de la revista 'Look'. Renunció a su carrera fotográfica para dedicarse a la dirección.
Después de unos cuantos cortos, en 1953 rodó su primer largometraje, 'Fear and Desire', financiado en gran parte por su tío. Combina las funciones de director, productor, editor, fotógrafo, y creador. Se siente en la necesidad de controlar cada aspecto de sus películas, desde la idea inicial hasta la distribución. Esta inclinación, le acarreó a lo largo de su carrera una reputación de autoritario e intransigente.
Tras 'Killer's kiss' y 'The Killing', rueda la genial 'Teléfono rojo: Volamos hacia Moscú', una fábula excéntrica y apocalíptica en la que Kubrick da rienda suelta al genio cómico de Peter Sellers. También adapta la novela de Vladimir Nabokov, 'Lolita'. Raros son los actores que pueden presumir de haber participado en varios proyectos del maestro. Kirk Douglas es uno de ellos. En 1957 realiza 'Senderos de gloria', un trabajo oscuro y subversivo sobre las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y sobre la ejecución de tres soldados franceses, fue censurada en muchos países.
Caso similar es el de 'La Naranja mecánica', ya que la crítica censuró la violencia de la película.Tras el éxito de su primera obra conjunta, Kirk Douglas repitió con Kubrick en 1959, en 'Espartaco', hito en la historia del peplum. Los años 60 y 70 son para él los más prolíficos. '2001: Una odisea del espacio', tal vez su proyecto más ambicioso, se impone como uno de los cineastas más importantes del siglo XX, junto a Orson Welles y Max Ophuls. También rueda 'Barry Lyndon'.
En 1980, su adaptación de 'El resplandor', de Stephen King, con Jack Nicholson, marca su primera incursión en el cine de terror. 12 años pasaron entre 'La chaqueta metálica', y su última obra, 'Eyes Wide Shut', una adaptación de una novela de Arthur Schnitzler.