Kim Ki-duk estudió en París y regresó a Corea para empezar a trabajar como guionista. Su primer largometraje como director fue una película de bajo presupuesto, Ag-o (El cocodrilo), en 1996, que obtuvo una respuesta inmediata de la crítica. Su fama ha crecido al tiempo que sus películas han sido escogidas para competir en los festivales internacionales más prestigiosos. Nabbeum namja (Chico malo) obtuvo un éxito sin precedentes, 700.000 personas vieron la película en Corea. Kim Ki-duk se convirtió en un director de gran popularidad.