Se crió en Roma y trabajó en el cine italiano en los años ochenta y noventa en películas tan destacadas como Otello de Franco Zeffirelli (dos candidaturas al Oscar, premio de la Crítica Americana); Salome de Claude Danna (concurso de Cannes); Camorra: contacto en Nápoles de Lina Wertmuller (cuatro premios Donatello, concurso oficial en el Festival de Berlín); Berlín interior (Premio Donatello, selección oficial de Berlín); El placer de los extraños de Paul Schrader (selección oficial de Cannes); Haunted Summer de Ivan Passer (selección oficial de Venecia); El año de las lluvias torrenciales de Jerzy Skolimowski (selección oficial de Cannes) y Están todos bien de Giuseppe Tornatore (selección oficial de Cannes).
En 1998 Thompson regresó a Los Angeles para dirigir el departamento de producción de Millenium Films.