Se movió durante algún tiempo en el Bliss Hayden School of Acting y se presentó a una prueba de la Metro Gwolding Meyer pero fue rechazada.
Debutó en el cine en 1938 en Sorority House con el nombre de Constance Keane y fue Arthur Hornblow, de la Paramount quien cambió su nombre por el de Veronica Lake en 1941 y la convenció para que conservara su larga melena rubia y el mechón que cubría su ojo derecho.
Pero fue la película "Vuelo de águilas" la que la consagró como actriz y le dio un puesto entre las grandes estrellas. Su escultural físico colaboró a que diera vida a hermosas vampiresas y a mujeres fatales como en "El cuervo" (1942).
Interpretó este tipo de papeles no sólo en el cine negro sino también en el género del oeste, bélico y de aventuras, además supo adaptarse a la comedia. Formó con Alan Ladd una interesante pareja cinematográfica y juntos rodaron varias películas. Una de sus más notables intervenciones fue como la bruja reencarnada que obsesiona a Frederich March en la comedia "Me casé con una bruja".
Estuvo casada en cinco ocasiones y entre los años 1944-1952 formará matrimonio con el director André de Toth. En la cumbre de su carrera fue pretendida por caballeros acaudalados y poderosos como Aristóteles Onasis y Howard Hughes.
La imagen de vampiresa y mujer fatal que le dio la fama la llevó también a la decadencia poniendo fin a su carrera, a principios de los años cincuenta. A partir de entonces llevaría una vida llena de dificultades e incluso de miseria (fue descubierta trabajando como camarera).
En 1971 publicó su autobiografía "Verónica" y murió dos años después aquejada de hepatitis aguda.